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La Delegación del Gobierno descartó que hubiera seguimiento a Benjumea

Torres Hurtado dice que no le dio "importancia" a las sospechas del cajero

Reyes Rincón

La Delegación del Gobierno en Andalucía descartó entre septiembre y octubre de 2001 que el ex presidente de Caja San Fernando, Juan Manuel López Benjumea, estuviera siendo sometido a seguimiento. José Antonio Vidal, el ex jefe del gabinete técnico del entonces delegado del Gobierno, José Torres Hurtado, declaró ayer ante el juez que las pesquisas policiales iniciadas cuando el ex presidente de la caja informó de que se sentía seguido se cerraron con "resultados negativos".

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La de Vidal fue una de las revelaciones que arrojó la segunda sesión del juicio por injurias por la publicación en el diario El Mundo del falso espionaje a Benjumea. Vidal y Torres Hurtado, actual alcalde Granada, fueron llamados a declarar porque a ellos fue a los que Benjumea informó primero de sus sospechas de seguimiento. Según recordaron ayer, a final de septiembre de 2001 el ex presidente de la caja visitó al delegado. "Me dijo que sus escoltas tenían la sensación de que le seguían", señaló Torres Hurtado.

Fue el propio delegado el que dio orden a la policía para que investigara el asunto, pero no le sugirió que denunciara el caso. "La denuncia es un acto formal. Lo importante es que se preste el servicio", explicó Vidal.

La máxima preocupación de las fuerzas de seguridad era comprobar si el presidente de la caja estaba siendo seguido por ETA, un extremo que descartó la policía, que no apreció ningún tipo de seguimiento. Aún así, Benjumea seguía sintiéndose vigilado y, por fin, el 17 de octubre, decidió denunciarlo. El atestado policial que se hizo tras la investigación tampoco aprecia que el ex presidente de la caja fuera sometido a vigilancia.

Vidal y Torres Hurtado fueron también los primeros en poner a El Mundo sobre la pista de los supuestos temores de Benjumea. Ambos explicaron que se reunieron a cenar con el periodista Javier Caraballo a mediados de noviembre de 2001 y que, cuando la conversación derivó hacia las noticias que tenía la Delegación sobre ETA, le contaron el caso de Benjumea: se sentía vigilado, la policía había investigado por si era la banda terrorista y "hasta ese momento" no habían encontrado nada, pero, a pesar de ello, el presidente de la caja había "reforzado" su seguridad.

"¿La existencia de una denuncia de un ciudadano ha de entenderse como un hecho secreto o de libre publicación?", preguntó uno de los abogados. Tanto el ex delegado del Gobierno como su ex jefe de gabinete sostuvieron que, descartada la autoría de ETA, no le dieron "ninguna trascendencia", por lo que se lo comentaron al periodista en el contexto de un "encuentro informal". "Yo entendía que ya era una cosa sin importancia. Ya no había seguimiento de ETA posible", insistió Torres Hurtado, quien señaló, además, que Benjumea no le pidió "discreción" cuando le informó de sus temores, a pesar de que el ex presidente de la caja señaló en su declaración del lunes que se resistió a denunciar en la policía porque no quería que trascendiera a la opinión pública.

Torres Hurtado recordó ayer que Benjumea le llevó a su despacho el día que se publicó la noticia el vídeo del encuentro entre el detective contratado por él y el falso espía supuestamente contratado por Chaves. Pero el delegado del Gobierno aseguró que ni lo vio ("no hice ningún uso de él") ni sabe dónde está. "No le di ninguna importancia", explicó ayer. "¿Sospechó que podía haber espionaje político tras descartar el de ETA?", preguntó uno de los letrados. "No, no me preocupaba", insistió el ex delegado.

La segunda jornada del juicio contó también con la declaración de José Manuel Benedicto, ex gerente del club de baloncesto Caja San Fernando, que puso en contacto a Benjumea con Joaquín Corpas. Benedicto se desvinculó ayer del vídeo en el que se sustentó la denuncia de espionaje al asegurar que Corpas le entrego un sobre cerrado con "dos cintas", pero que no le dijo qué contenían. "Sólo me pidió que se la diera al presidente porque ahí quedaba resuelto el tema". "No abrí el paquete", aseguró Benedicto, que en una de sus declaraciones anteriores había reconocido saber que el sobre contenía una cinta de sonido y otra de video.

Las dos tarjetas de Escámez

El ex jefe de escoltas de Manuel Chaves, Juan Escámez, fue ayer el primero en declarar ante el juez. Y sus palabras dejaron una evidencia: la tarjeta de Escámez que reprodujo El Mundo el 29 de noviembre de 2001 (el día que publicó la noticia del espionaje) no es la misma que el entonces escolta del presidente entregó al falso espía.

Escámez insistió en estar "absolutamente seguro" de que sólo entregó una tarjeta a Antonio Castellano y lo hizo, según contó, porque aquel, que vivía en su pueblo pero a quien había perdido la pista hace 20 años, fue a verle un día "muy nervioso" para explicarle que le habían llamado unos "policías o escoltas" insinuando que sabían que era terrorista. "Lo único que se me ocurrió fue sacar mi tarjeta profesional con mi condición de jefe de escolta de la Presidencia y anotarle mi teléfono", contó Escámez. "Si vuelves a tener problemas les dices que me llamen y yo les diré que no eres terrorista ni nada", asegura que le dijo a Castellano.

El ex jefe de escoltas reconoció la tarjeta que le enseñó el juez como la que él le entregó a Castellano, pero ésta no es la que publicó El Mundo, porque la del falso espía tenía anotado el teléfono por delante y la publicada, por detrás.

Ayer declaró también el ex presidente de la comisión de control de la caja, Miguel Ángel

Pino, otro de los señalados por Castellano como organizador del falso espionaje. Pino reconoció "sin duda" que Benjumea tenía "animadversión" hacia él porque había cuestionado decisiones del presidente de la caja. El ex presidente de la comisión de control recordó, además, que Benjumea (al que se refirió siempre como "el señor López") había contratado un detective para espiarle a él unos meses antes. Pino dijo también no haber tenido nunca relación "profesional ni personal" con Escámez.

Las frases

- Torres Hurtado: "Le conté la información a los periodistas porque entendía que era una cosa sin importancia".

"Me entregó el vídeo en mi despacho, pero no hice ningún uso de él. No le di importancia".

- José Antonio Vidal: "Las investigaciones dieron resultados negativos"

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Sobre la firma

Reyes Rincón
Redactora que cubre la información del Tribunal Supremo, el CGPJ y otras áreas de la justicia. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora de información local en Sevilla, corresponsal en Granada y se ha ocupado de diversas carteras sociales. Es licenciada en Periodismo y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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