El Gobierno comprará 500 hectáreas en Galicia para salvarlas del ladrillo

El Ministerio de Medio Ambiente ha reservado 25 millones de euros de su presupuesto para salvar la costa gallega de la marea de ladrillo que la acecha. El departamento de Cristina Narbona está dispuesto a comprar un total de 500 hectáreas de terreno en enclaves amenazados de gran valor natural. Parte de este dinero se gastará en adquisiciones y rescates de concesiones en los primeros metros de ribera, con el fin de liberarlos de edificaciones y crear caminos naturales junto al mar en los 1.500 kilómetros de litoral con los que cuenta Galicia.

Medio Ambiente se hará con zonas que sufran riesgo de inundaciones

El ministerio estudia actualmente por qué parajes realizará ofertas. Entre sus objetivos prioritarios se encuentran varias islas: la de Tambo, en la ría de Pontevedra, que es de uso militar y que debería ceder el Ministerio de Defensa; y el archipiélago de Sisargas, frente a Malpica (A Coruña), que está deshabitado. Además de estos enclaves se elegirán puntos "frágiles" que sufran una "gran presión urbanística" y áreas que corran riesgo de inundarse.

El secretario general para el Territorio y la Biodiversidad del Ministerio de Medio Ambiente, Antonio Serrano, defendió ayer en Santiago el uso de estos fondos públicos para blindar la costa. Serrano lo considera un "estupendo servicio" para los ciudadanos y para las generaciones venideras. Estas parcelas, explicó, servirán para salvaguardar el patrimonio natural y serán un "colchón de seguridad" para proteger Galicia del cambio climático y de la previsible subida del nivel del mar.

El alto cargo del ministerio cerró ayer en la capital gallega el acuerdo sobre las condiciones del traspaso del Parque Nacional das Illas Atlánticas, que a partir del próximo 1 de enero será gestionado por la Xunta. A este conjunto integrado ahora por los archipiélagos de Cíes, Sálvora, Ons y Cortegada se incorporarán en un futuro las islas que adquiera el ministerio, empezando por Tambo y Sisargas.

Con la llegada del año 2008 el Gobierno gallego recibirá un parque nacional totalmente público. El ministerio expropió recientemente la isla de Cortegada y compró la de Sálvora a una familia de aristócratas. En este último archipiélago, situado frente a Ribeira (A Coruña), el ministerio y la Consejería de Medio Ambiente preparan un plan de gestión del que carecía cuando era privada. Las dos Administraciones pretenden restaurar el embarcadero y el pazo que se conservan.

Las 190 hectáreas de la isla de Sálvora, situada a 3 kilómetros de la costa de Ribeira, acogen un faro, una capilla, un torreón, un pequeño muelle y una decena de casas. El lugar fue a lo largo de su historia un dominio señorial, propiedad de los antepasados del marqués de Revilla, quien siglos después la ha vendido por ocho millones de euros al Gobierno central.

La operación dio al traste con la compra que pretendía una caja de ahorros. Caixa Galicia quería adquirir el enclave para desarrollar un proyecto ambiental. Su plan se frustró, pero la entidad ha creado un fondo de 40 millones para hacerse con otros terrenos y protegerlos.