El asesinato de un taxista en Aldaia colapsa Valencia
Crespones negros en señal de duelo lucían ayer centenares de taxis en Valencia. Más de 1.000 se concentraron de forma improvisada en las Torres de Serranos en señal de protesta por el asesinato de José Francisco Sirvent, un compañero de 47 años, taxista desde hace 14 años, que tenía como emisora Tele-Taxi. Los taxistas lograron colapsar el tráfico de la ciudad y hacer visible su dolor por lo ocurrido y su reivindicación de mayores medidas de seguridad.
José Francisco Sirvent, casado, con una hija de su primer matrimonio y otras dos asumidas como propias de su segunda esposa, fue encontrado en un charco de sangre a las 5.45 de ayer. Un viandante que se dirigía a su puesto de trabajo en el polígono industrial de La Fillola, en Aldaia, lo encontró. Llamó al 112 para avisar. José Francisco murió de varias puñaladas, a unos 30 metros de su taxi. No tenía turno fijo, salía cuando consideraba que era el mejor momento para trabajar. Ayer encontró la muerte en una carrera aparentemente ordinaria. De hecho, no pulsó la emergencia que hubiera permitido a través de su GPS localizar el vehículo y conocer la situación de peligro. Al parecer, José Francisco fue primero amenazado y herido levemente en el cuello por la espalda, estando él sentado al volante y su agresor justo detrás. Hay restos de sangre en el vehículo. Cuando el agresor se bajó del coche, ya con parte del dinero que llevaba el taxista, este salió del coche y lo persiguió unos metros, lo alcanzó y el agresor se giró y fue entonces cuando le asestó varias puñaladas. Eso explica que el cuerpo estuviera a unos 30 metros del taxi y que a lo largo de esa distancia no hubiera restos de sangre. La primera herida no era mortal, como certificó la autopsia practicada a última hora de la mañana de ayer. Pero las otras, alguna de ellas posiblemente cuando ya estaba en el suelo, sí. Antonio Muñoz García, presidente de la asociación gremial de taxistas, conocía a José Francisco. "Hace 14 años le enseñé yo para sacarse el carné. Era un hombre jovial, alegre, grande y fuerte, una persona muy animosa", dijo.
Poco después de que se conociera el asesinato, dos hombres se personaron ante la Guardia Civil de Paiporta. Uno de ellos iba ensangrentado, el otro, su hermano, relató que al verlo llegar a casa manchado de sangre le preguntó qué había ocurrido y al contestarle que había matado a un hombre, le obligó a acompañarle para entregarse. Esa versión ofrecía ayer algunas dudas a los investigadores, por eso decidieron detenerlos a los dos. Minutos antes de las 12.00, la policía detenía a la novia del joven, de 24 años, que supuestamente es autor de los hechos. Ella, según fuentes de la investigación, iba también en el coche. Según fuentes policiales, el joven con restos de sangre en sus ropas tiene antecedentes por delincuencia común y es consumidor habitual de drogas. El robo era la hipótesis del asesinato.
Al cierre de esta edición, los tres detenidos permanecían en la Jefatura de Policía de Valencia prestando declaración. Entre hoy y mañana serán puestos a disposición del juzgado de Instrucción de Torrent, encargado de la investigación. Ese mismo juzgado comunicó ayer a la familia del taxista que hoy podrá recoger la documentación para hacerse cargo del cuerpo de la víctima, que será incinerado en Valencia. Los taxistas estudiaban ayer acompañar masivamente al féretro en señal de apoyo a la familia, de duelo por la muerte y de protesta por lo sucedido.
La viuda de José Francisco se lamentaba ayer por la tarde de que la policía no le había comunicado la muerte de su esposo. Fue el sobrino de víctima, un joven de 27 años, dueño del taxi, el que le dio la fatal noticia una vez la policía había hecho todas las comprobaciones, a las 8.00 de la mañana, cuando el juzgado ya había procedido al levantamiento del cadáver.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.