Escuela con tizas electrónicas pero sin calefacción
Los alumnos de un centro en Granada padecen la paradoja tecnológica
A menudo, resulta inexplicable la distancia entre la realidad y algunas decisiones políticas. Ésa es la opinión unánime de los padres de los alumnos de un colegio granadino, que contará con pizarras digitales pese a que las necesidades son alarmantes.
Tras una visita al colegio Gómez Moreno, construido en 1913, la primera pregunta que surge es si ha sufrido alguna remodelación en los casi cien años que lleva en pie. Todas las puertas y ventanas cierran mal, con huecos por los que corre el aire, el óxido ha tomado las estructuras de hierro, la humedad afecta a algunas paredes, los zócalos están rotos y el olor es casi insoportable en los servicios cuando cambia el tiempo. Pese a todo, ninguna de estas deficiencias es la más grave. En invierno el colegio sufre muy bajas temperaturas. Debido a la ausencia de calefacción las aulas son un criadero de enfermedades que preocupa a los padres desde hace años, sin que la administración lo haya resuelto.
Junta y consistorio se acusan mutuamente sin que nadie actúe
"Hemos pedido en varias ocasiones que los responsables vengan aquí y pasen una mañana de invierno. No creo que el despacho del alcalde y el de la consejera no tenga calefacción, es una vergüenza, estamos hablando de niños de tres años", denunciaba ayer Ángela Álvarez, que junto con otros padres se manifestó frente a la delegación de Educación y el Ayuntamiento, a los que culpan de la ausencia de calefacción y de los desperfectos, respectivamente.
Mientras tanto, las administraciones local y autonómica se acusan mutuamente sin que nadie haga nada. Desde la Junta se insta al Ayuntamiento a recuperar las tareas de mantenimiento, que consideran abandonadas. Por su parte, el Ayuntamiento cree que las reformas necesarias son de carácter integral, competencia de la Junta, aunque sean necesarias como consecuencia de la dejadez del gobierno local en sus responsabilidades. Un laberinto político que ha sacado a los padres a las calles.
"Estamos desesperados y ante el silencio de la administración decidimos trabajar nosotros mismos en el colegio para hacer reformas muy urgentes", comenta Rafael Fuentes, presidente del AMPA. Los padres han cambiado puertas metálicas de los servicios oxidadas, entre otras reformas. "Son un peligro enorme para los pequeños. Si hay un accidente vamos a lamentarlo mucho", añadió Celsa Beas, madre de un niño de cuatro años.
El silencio administrativo se rompió ayer. El delegado de Educación, Antonio Lara, asumió la responsabilidad de la instalación de una calefacción central, reforma que "se llevará a cabo en las próximas semanas". Sin embargo, recordó que el mantenimiento del centro es responsabilidad del Ayuntamiento. Por su parte, el consistorio dejó entrever ayer que son cuestiones estructurales, lo que hace necesaria la intervención de la Junta.
Mientras, gracias a un acuerdo con la Fundación Telefónica los alumnos contarán con pizarras digitales de última generación, hasta el punto de que sólo hay cuatro centros en España que disfruten de ellas. Los estudiantes del colegio granadino disfrutarán de este privilegio, aunque tiriten de frío mientras aprenden.
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