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Reportaje:

Más rápido y por el mismo precio

La huelga francesa no afecta al estreno del 'AVE' que une Londres y el continente

Una marea de curiosos, periodistas y viajeros tomó ayer en festivo asalto la estación de Saint Pancras para vivir la llegada de la alta velocidad a Londres. La nueva estación acogió los primeros viajes del Eurostar a París y Bruselas, que hasta ahora salían de la estación de Waterloo. Hubo puntualidad a pesar de las huelgas en Francia y no se produjeron incidentes reseñables.

Cuando en 1994 se inauguró el túnel bajo el canal de la Mancha, hacían falta casi tres horas para llegar a París. Cuando en 2003 se estrenó el primer tramo de alta velocidad en Inglaterra, ese tiempo se recortó a 2 horas y 35 minutos. Ahora se llega en dos horas y cuarto. Para llegar a Bruselas hacían falta tres horas y cuarto en 1994; las mejoras en Bélgica redujeron ese tiempo a 2 horas 40 minutos en 1998 y a 2 horas 15 minutos en 2003. Desde ayer se puede viajar en 1 hora y 51 minutos. Las tarifas siguen siendo las mismas, y suelen oscilar, según la hora y el día, entre los 85 y los 220 euros para un ida y vuelta de Londres a París.

El mayor cambio perceptible para los usuarios al llegar a Saint Pancras es la luminosidad: el techo ha recuperado la cristalina transparencia que tenía antes de ser bombardeado durante la guerra. Mientras en el exterior seguían ayer los trabajos en parte de la fachada, en el interior una orquesta tocaba música clásica para celebrar la remodelación de una estación que estuvo a punto de ser derribada en los años sesenta.

Al fondo del ala izquierda de la estación se encuentran las plataformas de los servicios nacionales hacia Derby, Nottingham y Sheffield, que funcionan desde hace dos años. "No lo juraría, pero seguro que estos dos años han sido una pesadilla mientras se remodelaba la estación", asiente con orgullo un empleado de East Midlands, la compañía que gestiona esos trayectos.

Una vez superados los controles de seguridad y pasaportes, el viajero se encuentra con una sala de espera amplia. El viaje a Bruselas, con copa de champán de cortesía incluida, es algo decepcionante. Viajando, apenas se percibe la grandeza de la obra: un largo túnel nada más salir de Londres y 20 minutos menos para llegar. Eso es todo. Unos viajeros leen, otros duermen, muchos beben. Como siempre. El servicio de las 12.54 con destino a Bruselas llegó con absoluta puntualidad a su destino.

Un grupo de pasajeros desembarca del Eurostar en la estación de Saint Pancras, en Londres.
Un grupo de pasajeros desembarca del Eurostar en la estación de Saint Pancras, en Londres.AFP
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