Investigada la muerte de un paciente en Bellvitge por supuesta negligencia
El hospital reconoce un "error" en dos transfusiones de sangre
Silvino A. T. murió el 3 de noviembre en el hospital de Bellvitge a causa de un posible error en la transfusión de sangre realizada en el posoperatorio, al recibir un tipo incompatible con el suyo. La familia del fallecido ha denunciado la supuesta negligencia y el Juzgado de Instrucción número 3 de L'Hospitalet de Llobregat ha admitido el caso a trámite.
Silvino, de 79 años, ingresó en el centro hospitalario a principios de octubre para que le sustituyeran la prótesis que llevaba en la cadera izquierda, informa Europa Press. El 2 de noviembre se llevó a cabo la operación, que se desarrolló sin complicaciones y finalizó con éxito. Tras la intervención, el paciente ingresó en la Unidad de Reanimación Posquirúrgica, donde recibió la transfusión de cuatro unidades de sangre destinadas a paliar la pérdida sanguínea de la operación. El paciente evolucionó favorablemente durante todo el día.
Sin embargo, en la medianoche del 3 de noviembre, Silvino recibió la transfusión sanguínea de una unidad con un tipo incompatible con el suyo. El paciente comenzó a encontrarse mal y a padecer náuseas, vómitos y dolor lumbar. A las tres y media de la madrugada, el equipo médico repitió el error y le transfundió otra unidad incompatible, lo cual agravó el estado de salud de Silvino.
El error de las transfusiones se detectó tras ser avisado el médico de guardia. Para intentar paliarlo, se le realizó una diálisis renal con el objetivo de purificar la sangre. Para entonces, Silvino sufría insuficiencia renal aguda, coagulación alterada y anemia aguda. Al no responder al tratamiento, los médicos le sedaron. Posteriormente, el paciente sufrió dos paradas cardiacas y falleció a las tres de la tarde.
La esposa y los seis hijos de Silvino declararon que éste había muerto "tras 15 horas de sufrimiento". El informe realizado por el hospital de Bellvitge reconoce "un error" en la transfusión de las dos últimas unidades de sangre. Portavoces consultados declinaron hacer declaraciones, a la espera de "recopilar toda la información del caso". De momento, el juzgado ya ha pedido un informe al hospital.
La familia ha ejercido la acusación particular y culpa al hospital de "negligencia" por el "no cumplimiento de los protocolos y procedimientos que están establecidos para las transfusiones de sangre". Los familiares declararon sentir "mucha rabia e impotencia", ya que Silvino les había expresado su satisfacción porque la operación hubiera ido bien y confiaba en volver a caminar en unos días.
Un protocolo pensado para eliminar los descuidos
Todo proceso de transfusión de sangre debe seguir un protocolo que prácticamente elimina el margen de error, según varias fuentes médicas consultadas.
Cuando se le extrae sangre al paciente, se le coloca una pulsera con un código identificativo. El mismo código se pone en el tubo que contiene la muestra de sangre y en la petición de transfusión. El tubo y la petición son llevados al banco de sangre, donde se realizan las pruebas cruzadas; es decir, se verifica la muestra de sangre del donante con la muestra del receptor para comprobar que son compatibles. Una vez realizada la comprobación, se coloca el código en la unidad de sangre que se debe transfundir.
Antes de iniciar la transfusión el personal sanitario debe identificar de forma inequívoca al receptor de la sangre y comprobar que su código, el de la unidad de sangre que se transfundirá y el de la petición coinciden. Sólo entonces puede iniciarse la transfusión. El hospital ha entregado al juez toda la información para facilitar la investigación.
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