El Rey expresa en Melilla "el respaldo de la Corona"
Imbroda dice que quiere una relación de buena vecindad con Marruecos
Miles de personas que, desde la calle y a través de una gran pantalla, seguían la intervención del Rey en el Salón Dorado del Ayuntamiento de Melilla lanzaron un grito de júbilo al escuchar la última frase del discurso de don Juan Carlos: "Quiero (...) expresaros el firme respaldo y el permanente aliento de la Corona".
El tono protocolario de la intervención del Rey, la reafirmación ciudadana de la españolidad de la ciudad y e incluso a duración de la estancia de los Reyes -cinco horas exactas- hicieron de la visita a Melilla un calco deliberado de la que los monarcas realizaron el día anterior a Ceuta.
Desde el balcón del Ayuntamiento, los Reyes saludaron a la multitud que coreaba sus nombres y agitaba banderas nacionales. La Plaza de España, donde se halla el Consistorio, es un recinto circular en el que abundan rastros de memoria histórica. En el centro se levanta un monumento a los muertos en las campañas militares del Rif, y en la avenida principal, que precisamente lleva el nombre del monarca, hay un monumento a los caídos en la Guerra Civil. Detrás del Ayuntamiento, a la entrada del puerto, se halla la estatua erigida al joven comandante Francisco Franco.
Tras el himno y los cañonazos de ordenanza, los monarcas caminaron hasta el Ayuntamiento flanqueados por el presidente de la ciudad autónoma, Juan José Imbroda (PP), y por la ministra de Administraciones Públicas, Elena Salgado. Entre los que les aclamaban había melillenses de todos los orígenes. María Dolores Martín llevaba sujeto en el pecho un gran retrato de un joven vestido con el uniforme de la Guardia Civil. "Mi hijo murió en Collado Villalba la Nochebuena de 2002, durante la detención de dos terroristas de ETA con 150 kilos de explosivos. Dio su vida por España y es mi orgullo", relataba.
Durante su discurso, don Juan Carlos señaló que, "como Rey que se debe a todos los españoles, tenía contraído el compromiso de visitar Melilla junto con la Reina. Un compromiso al que se unía un profundo deseo", añadió. "No podía dejar pasar más tiempo sin venir a Melilla para expresaros todo nuestro afecto y apoyo, al igual que lo hemos querido hacer en tantas otras ciudades y lugares de España".
El Rey evitó cualquier referencia a Marruecos. Pero el presidente de la ciudad, Juan José Imbroda, sí se refirió al país vecino. "Melilla desea mantener, y mantiene, relaciones de buena vecindad con su entorno próximo", dijo durante su discurso. "Por eso algunas veces nos duelen especialmente las incomprensiones o las sinrazones interesadas que nos llegan desde orillas amigas. Por eso", agregó, "permítame, señor, que en este momento pida respeto y amistad a los que son nuestros amigos y tienen que seguir siéndolo cada día más".
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