La policía italiana detiene en Sicilia al nuevo jefe de la Cosa Nostra
Lo Piccolo había sustituido a Provenzano en la cúpula de la Mafia siciliana
La Cosa Nostra palermitana quedó ayer descabezada. Salvatore Lo Piccolo, de 65 años, presunto capo supremo de la Mafia siciliana, fue detenido en una casita junto al mar tras una operación policial incruenta. Con Lo Piccolo se encontraba su hijo y mano derecha, Sandro, de 32 años, quien protagonizó una escena digna del más tópico relato mafioso: cuando los agentes se lo llevaban gritó varias veces, entre lágrimas: "Ti amo, papá".
También fueron detenidos Gaspare Pulizzi y Andrea Adamo, dos altos mandos del crimen organizado, y otras dos personas sin antecedentes que, al parecer, protegían a Lo Piccolo y desarrollaban tareas domésticas.
El poderoso 'capo' palermitano permanecía oculto desde 1983
Lo Piccolo asumió el liderazgo de la Cosa Nostra tras la detención, en 2006, de Bernardo Provenzano, el último capo que mantuvo los hábitos rurales propios del clan de Corleone, triunfador sobre los clanes de Palermo en la guerra mafiosa de los años ochenta. Provenzano vivió durante años en las afueras de Corleone, oculto en un chamizo sin agua corriente, como un pastor de cabras.
Lo Piccolo, que inició su carrera como chófer y guardaespaldas y pertenecía a un ambiente urbano, residía en una cómoda casita amueblada. Pero se comunicaba con el resto de la organización por el método tradicional de los pizzini, pequeños mensajes escritos y sin firma. Lo Piccolo, que permanecía oculto desde 1983, intentó hacer desaparecer un montón de pizzini por el inodoro cuando la policía irrumpió en el edificio y realizó varios disparos de advertencia. Según la policía, no tuvo éxito. Los papelitos deberían contener valiosa información sobre las estructuras mafiosas en Sicilia. En la casa había también fajos de dinero en efectivo y varias agendas llenas de inscripciones.
Los dos Lo Piccolo, padre e hijo, Pulizzi y Adamo celebraban una reunión en el garaje de la vivienda e iban armados. También tenían a mano una bolsa de deportes con ocho pistolas, una de ellas matriculada como arma policial. En un primer momento el grupo intentó atrincherarse en una habitación. No hicieron, sin embargo, ni un disparo. Tampoco se movió el perro de Lo Piccolo, un animal grande y manso que permaneció dormitando en el suelo mientras la policía registraba la vivienda.
"Confiamos en desarticular el aparato criminal en este territorio", dijo Francesco Messineo, fiscal jefe de Palermo, "y esperamos ahora que las detenciones incidan positivamente en la cooperación ciudadana con la policía". "Ninguna organización puede sobrevivir si pierde continuamente a sus jefes", comentó Giuliano Amato, ministro del Interior. Los investigadores señalaron como probable sucesor de Lo Piccolo a Matteo Messina Denaro, un duro de la Cosa Nostra, que podría haber cometido personalmente hasta 50 asesinatos.
La detención de Lo Piccolo fue posible por las informaciones que Francesco Franzese, hombre de confianza del capo, proporcionó a la policía tras ser arrestado el pasado 2 de agosto.
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