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El tripartito enseña a los alcaldes a lidiar con la cultura del 'no'

Una guía asesora a los ayuntamientos para frenar el auge de las plataformas 'anti'

Miquel Noguer

Surgen como setas y se han convertido en una pesadilla para decenas de ayuntamientos catalanes. Las plataformas contrarias a la construcción de vertederos, carreteras, instalaciones turísticas y hasta centros sanitarios se han multiplicado en los últimos años. Suman más de un centenar y la lista no para de crecer. El Gobierno catalán ha hecho autocrítica y ha concluido que el fenómeno podría frenarse si las administraciones fueran más transparentes y trataran de convencer a los ciudadanos antes que imponer.

"El debate no puede sustituir la responsabilidad de decidir", dice la guía
El manual no da consejos mágicos, pero sí ensalza el diálogo

El Departamento de Relaciones Institucionales y Participación, que dirige el ecosocialista Joan Saura, ha editado un manual para enseñar a los alcaldes a combatir la llamada cultura del no. Paradójicamente los críticos por antononomasia cambian su papel.

La guía no da consejos mágicos, pero sí ensalza el diálogo franco como método para evitar que los conflictos de intereses lastren cualquier iniciativa. "El conflicto es legítimo, no se trata de superarlo, sino de evitar que nos paralice", resume el documento.

El plan de equipamientos penitenciarios de Cataluña se ha utilizado como ejemplo que se debe seguir. Y es que el Gobierno catalán ha logrado con las prisiones algo que nunca ha conseguido ni con los vertederos ni con centrales energéticas: varios ayuntamientos han acabado por disputarse la construcción de una cárcel en su municipio. Es cierto que hay compensaciones para el pueblo, pero ningún alcalde defendería un proyecto tan delicado de no contar con cierto apoyo social. Y a ello se dedicó el Departamento de Justicia la pasada legislatura.

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Se diseñó un plan con cuatro pasos para que la población tomara conciencia de la necesidad de construir nuevos centros penitenciarios. En una primera fase, recuerda el documento, "se mitigó, con información y comunicación de calidad, la fuerza de los prejuicios". Después se hizo un intenso debate en muchos municipios para implicar a sus habitantes en la eventual construcción del nuevo equipamiento. Por último, se intentó que la presencia de la cárcel pueda revertir directamente sobre el bienestar del municipio, con beneficios para las entidades de la localidad y mayores facilidades. El resultado fue el acuerdo para construir 13 prisiones en cinco años. Las manifestaciones de sectores contrarios al plan han continuado, pero no han frenado el acuerdo.

"Nunca conseguiremos que todo el mundo se ponga de acuerdo sobre dónde construir una cárcel", admite Joaquim Brugué, director general de Participación Ciudadana y autor intelectual de la guía de la Generalitat, de la que se editarán unos 5.000 ejemplares. "Se trata de hablar y de convencer a la gente de que determinados equipamientos son necesarios y de que no los construyes justamente en su municipio porque les tienes manía", explica. La guía lo cuenta de otra forma: "Hay que demostrar que las decisiones no son gratuitas ni perversas, sino que responden a una planificación".

El proceso negociador llega hasta donde llega. "Uno tiene que saber los límites, el debate no puede sustituir las responsabilidades de tomar una decisión".

La guía se titula Del aquí no, al así, sí y, a grandes rasgos, concluye que la formación de plataformas vecinales con posiciones enconadas responde a una mala planificación del proyecto en sí. Una vez la población se une en este tipo de plataformas es ya difícil llegar a acuerdos. El objetivo es, pues, no sembrar las semillas de estas plataformas.

La guía la ha editado el Departamento de Relaciones Institucionales. El partido de Saura, Iniciativa, ha formado y forma parte de numerosas plataformas de defensa del territorio. En muchas ocasiones sus rivales les han acusado de alimentar una cultura del no que ahora la guía busca combatir.

¿Una contradicción flagrante o un ejercicio de realismo político? Brugué niega la mayor: "Muchas veces se acusa a determinados partidos de frenar el progreso, pero se olvidan de que muchas veces se corre por correr y llegas a donde nunca has querido ir". "Hay que saber cuáles son los objetivos", remacha Brugué. Y pone un ejemplo. "En los últimos años de gobiernos de CiU no se aplicó este sistema y no se pudo construir ninguna prisión; ahora haremos 13".

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Sobre la firma

Miquel Noguer
Es director de la edición Cataluña de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona, ha trabajado en la redacción de Barcelona en Sociedad y Política, posición desde la que ha cubierto buena parte de los acontecimientos del proceso soberanista.

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