El Gobierno desiste de aplicar a las familias el canon del agua
El Gobierno vasco ha desistido de aplicar a las familias el canon que gravará el excesivo consumo de agua, según confirmó ayer el Departamento de Medio Ambiente. El canon es una de las novedades más importantes que incorpora la Ley de Agua, que está en vigor desde primeros de año, pero que retrasó hasta el 1 de enero de 2008 la puesta en marcha del gravamen. Con él se pretendía penalizar un consumo superior a los 130 litros por persona y día, un límite que cuando se aprobó la ley coincidía con la media de gasto de los hogares de la comunidad autónoma. La justificación que ahora da el Ejecutivo para no aplicarlo a las familias es que el consumo medio ha bajado y se sitúa en torno a los 120 litros por persona y día.
La dificultad de gestionarlo ha influido también en el aplazamiento
El canon fue uno de los puntos más controvertidos en el debate parlamentario de la ley. También por parte de los ayuntamientos, consorcios y mancomunidades se expresaron objeciones, ya que en sus facturas deberán incorporar el canon, y de una manera diferenciada. La complejidad que introduce a la hora de facturar los consumos familiares, ya que el canon se imputa a las personas que viven en un hogar, ha podido contribuir a aplazar su aplicación.
El decreto que desarrolla la nueva legislación se publicará en el Boletín Oficial del País Vasco el próximo lunes y sí mantendrá el gravamen para los excesivos en actividades relacionadas con la agricultura, la ganadería y las industrias. El tributo para los hogares queda aparcado, pero no desaparece. Lo que se hace es aplazar su aplicación y si en un futuro se registra un incremento en el gasto medio de las familias se recuperará.
El dinero que se obtenga con el nuevo canon ecológico servirá para financiar obras de restauración de cauces y de mejora ambiental. Esta tasa resulta novedosa, diferente del resto de tarifas que afectan al consumo de agua. La directiva marco del Agua de la Unión Europea establece que los usuarios del agua por cada metro cúbico que consumen tienen que pagar el coste integral, es decir, lo que cuesta potabilizarla, depurarla y el gasto en las infraestructuras asociadas (en Euskadi ya se cobra todo eso). Pero, hay un factor que dentro de ese coste total del agua nunca se ha contemplado: el ambiental, el daño que se ocasiona al medio ambiente por la captación del agua.
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