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La Generalitat frena la inversión y dispara los gastos de personal

El gasto en infraestructuras crece un 2,5% mientras la nómina sube un 11% - Camps descarta un descenso de los ingresos asociados a la venta de vivienda

Gerardo Camps, consejero de Economía y Hacienda, recurrió ayer a sus dotes de orador para intentar paliar con sortilegios verbales la evidente falta de capacidad de maniobra que revelan los Presupuestos de la Generalitat para 2008 para incidir en la economía real. Gastos fijos como la nómina del personal al servicio de la Administración autonómica o para pagar los intereses de la elevada deuda que arrastra la Generalitat suben en porcentajes del 11% y del 8,1%, respectivamente, en las cuentas del año que viene. Las inversiones reales del conjunto del aparato autonómico, incluidas las empresas públicas, sin embargo, apenas crece un 2,5% y se cifra en 2.760 millones de euros.

La Consejería de Infraestructuras sube una décima respecto a 2007
Alicante recibirá el 29% de los gastos territorializados y Castellón el 19%
El Consell cifra en 500 millones la merma de ingresos por población

El sector de la construcción, el gran motor de crecimiento de la economía valenciana a lo largo de los últimos años, empieza a mostrar síntomas de agotamiento. Los constructores reclaman mayor inversión pública en obra civil y vivienda de protección oficial. El Gobierno central eleva un 25% el volumen de la inversión pública en territorio valenciano y los presupuestos del Estado para 2008 prevén un gasto en torno a los 2.400 millones de euros en la Comunidad Valenciana. Pero las cuentas de la Consejería de Infraestructuras, el departamento inversor por excelencia en materia de obra civil, reflejan un alza de las inversiones reales previstas en 2008 de apenas una décima. Y el capítulo de transferencias de capital, el que consigna los fondos previstos para encomendar obras a terceros, sufre un recorte cercano al 50% respecto al ejercicio anterior.

Camps capeó con optimismo el previsible descenso de los ingresos asociados a los impuestos de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados, los que gravan la venta de vivienda y otras operaciones mercantiles. "El sector de la construcción creció un 5% en la primera mitad del año y crecerá por encima del 4% hasta final de 2007", sentenció. Los ingresos vinculados a la venta de vivienda responden a lo previsto en el presente ejercicio, aseguró, y crecerán en torno por encima del 3,7% a lo largo de 2008. "No se puede hablar de parón, la construcción sigue siendo el sector más boyante de la economía valenciana".

La distribución territorial de las inversiones del Estado ha sido uno de los grandes caballos de batalla de la Generalitat para intentar socavar el crédito del Gobierno central entre los ciudadanos de la Comunidad Valenciana. A pesar del incremento del 25% de la inversión estatal en territorio valenciano previsto en las cuentas de 2008, Gerardo Camps reiteró ayer que los valencianos apenas reciben un 9,6% del total de inversiones del Estado, unas décimas por debajo de la aportación de la Comunidad Valenciana a la riqueza nacional.

La distribución territorial de las inversiones públicas de la Generalitat para 2008 revela que la provincia de Valencia recibe cerca del 52% del gasto previsto por el Consell, una partida cifrada en 370 millones de euros.

La provincia de Alicante tiene asignada una inversión directa de parte del Consell que ronda el 29% del total territorializado, una cantidad de 206 millones de euros. La provincia de Castellón, por su parte, recibirá 138 millones de euros, el 19% del total de inversión territorializada. La inversión pública sin destino territorial específico supera los 242 millones de euros.

Los datos de inversión pública territorializada se refieren en exclusiva a las inversiones reales que acometerán las diversas consejerías, un capítulo que suma en conjunto 956 millones de euros.

El vicepresidente y consejero de Economía y Hacienda aludió a las inversiones previstas desde diversos ángulos pero el papel revela que la clave de los presupuestos reside en los gastos fijos.

Camps recurrió a la socorrida consigna del aumento del gasto social para intentar hacer virtud de la necesidad. Las áreas de Sanidad, Educación y Bienestar Social consumen, por primera vez, algo más del 80% del total del gasto previsto por la Generalitat. Y sugirió que solo la capacidad para cumplir con antelación el plan de estabilidad presupuestario que el Consejo de Política Fiscal y Financiera impuso a la Generalitat ha permitido cumplir con sus obligaciones.

También juega a su favor la fórmula establecida para recortar progresivamente los fondos operativos que la Unión Europea asigna a la Comunidad Valenciana de modo que "este año recibimos algo menos que el año pasado, pero todavía más que en 2006". En conjunto, la Generalitat recibe 222 millones de euros de la Unión Europea, apenas un millón menos que el año pasado.

El crecimiento del presupuesto para 2007, un 7,2%, es el más discreto de los últimos cuatro años. Camps asumió que asistimos a "un cambio de patrón en el modelo de crecimiento económico". Admitió que el consumo de las familias valencianas se reducirá unas décimas a lo largo del próximo ejercicio. En paralelo, la inversión privada también será algo menor.

La única compensación de ese cuadro procede de la previsible caída de las importaciones en sintonía con el descenso del consumo de las familias, pero el descenso previsto aún no compensa el desfase entre importaciones y exportaciones.

El responsable económico del Consell recordó que Pedro Solbes, vicepresidente y ministro de Hacienda, sugirió en el Congreso de los Diputados que tal vez fuera excesivamente optimista cifrar el crecimiento económico previsto para España en 2008 en un 3,3% y deslizó que estimar un incremento de la riqueza nacional en el entorno del 3% sería "más creíble".

A pesar de todo, Camps sentenció que la economía valenciana crecerá un 3,3% en 2008, "un objetivo prudente, realista y muy superior al previsto para la zona euro y para los 27 miembros de la Unión Europea".

Como colofón, el consejero de Hacienda reiteró que la Generalitat sufre una merma de ingresos que cifró en 500 millones de euros porque el Gobierno central se ha negado a revisar el modelo de financiación autonómica vigente. "La población de la Comunidad Valenciana ha crecido más del 14% en los últimos cinco años y las transferencias del Estado no han tenido en cuenta esa evolución", reiteró.

Pero evitó precisar el impacto que ese incremento de la población tiene tanto en el capítulo de gastos como en la vertiente de los ingresos de la Generalitat. Solo comentó que el Estado recibe en torno al 70% del alza de ingresos atribuible a los nuevos ciudadanos instalados en territorio valenciano, frente al 30% que repercute de forma directa en los ingresos de la Generalitat, mientras que en la vertiente del gasto, la Administración autonómica corre con el 80% del gasto social que generan los nuevos valencianos, frente al exiguo 20% que cubre el Estado.

La confianza de Camps en la capacidad de crecimiento de la economía valenciana al margen de la influencia de las cuentas que maneja contrasta con la presión de parte de los grandes contratistas para paliar el descenso previsible del movimiento económico que ha venido generando la promoción inmobiliaria en la Comunidad Valenciana, una presión que el Gobierno central atiende con mucha más diligencia a la vista de los datos que ofrece la gran patronal estatal de construcción Seopan.

Según la gran patronal de constructores, la inversión pública de la Generalitat duplicaba la inversión estatal en territorio valenciano cuando José María Aznar presidía el Gobierno central. A lo largo de los últimos tres años, sin embargo, el esfuerzo inversor del Estado en territorio valenciano ha crecido hasta equipararse con el gasto de la Administración autonómica en nuevas infraestructuras.

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