Acogidos en un centro
Los niños descansaban ayer en un centro social estatal en Abéché. De las paredes del local colgaban dibujos hechos por ellos, mientras el suelo estaba lleno de juguetes. Ante la llegada de periodistas, algunos empezaron a llorar. La mayoría dormía. Se trata de 103 niños, de entre tres y ocho años, y la mayoría de la región sudanesa de Darfur.
"Chad es un país organizado. ¿Creen que alguien puede secuestrar a 103 niños, subirlos a un avión, despegar y desaparecer sin que la policía intervenga?", afirmó ayer el ministro de Justicia del país, Albert Pahimi Padacké.
Los detenidos no se han podido lavarse ni cambiarse de ropa. Las autoridades no permitieron a los periodistas que los entrevistaran. Los trabajadores de la ONG El Arca de Zoé vestían camisetas con la frase "Rescate de niños", mientras los miembros de la tripulación del avión que debía trasladarles a Francia llevaban sus uniformes. No es previsible que sean liberados en las próximas horas, dado que el Gobierno de Chad ha pedido retenerlos otros dos días para seguir con las investigaciones.
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