Kirchner cuenta con la decisiva provincia de Buenos Aires

En la política argentina hay una máxima, según la cual nadie puede llegar a la presidencia del país por las urnas si no cuenta con el favor de la provincia de Buenos Aires, que con sus 14 millones de habitantes concentra cerca del 35% de la población del país. Una provincia de la que curiosamente queda fuera la capital argentina del mismo nombre -que conforma un distrito federal único- y que constituye la gran reserva de votos del peronismo.

Las últimas encuestas que se pueden publicar antes de la votación de mañana subrayan la hegemonía de la candidata oficialista, Cristina Fernández de Kirchner, en la provincia más importante de Argentina, y este peso específico bonaerense resulta fundamental a la hora de augurar la victoria en primera vuelta de la candidata del Frente Para la Victoria (FPV).

Fernández no cuenta con las simpatías del voto urbano. En la capital argentina su formación ha sufrido severas derrotas consecutivas en los últimos años y el fenómeno se reproduce en otras importantes ciudades, como Rosario y Córdoba. Y los sondeos subrayan que esta tendencia no se va modificar.

Pero Argentina es un país muy asimétrico que concentra a la mayor parte de su población en torno a la capital. Es lo que se denomina el conurbano bonaerense, que ha aumentado notablemente en la última década y adonde siguen llegando miles de personas cada año, procedentes del interior del país buscando un futuro mejor.

Intención de voto

Allí es donde Cristina Kirchner ha realizado sus mayores actos de campaña y donde, no por casualidad, el pasado jueves cerró su campaña acompañada de su marido, el presidente Néstor Kirchner. Y la provincia le responde y otorga el 60% de intención de voto. Un índice todavía mayor en el caso de Daniel Scioli, actual vicepresidente de la república y candidato del FPV a gobernador del territorio cuya elección también se producirá mañana.

La segunda candidata favorita de los electores en las previsiones, Elisa Carrió de Coalición Cívica, tiene sin embargo las simpatías del voto de las ciudades formadas por la gran clase media argentina que se ha visto fuertemente sacudida por la crisis económica, pero es menos permeable a los mensajes de tipo populista que encarna el peronismo y a la influencia de los planes de ayuda económica que la administración Kirchner ha puesto en marcha para las clases más desfavorecidas.

Es también la favorita de los argentinos con estudios universitarios.