Más ayudas para trabajar y menos para prejubilarse

Una empresa de calzado que mantenga a sus trabajadores de más de 55 años podrá descontarse de los gastos la mitad de las cotizaciones a la seguridad social de esos empleados. Este es sólo un ejemplo de las medidas de mantenimiento del empleo que contempla el Plan de Apoyo al calzado que ayer se firmó en Elche. El ministro de Trabajo, Jesús Caldera, anunció que, con este plan, por primera vez se apuesta por un cambio de orientación en un proceso de reestructuración de un sector: "Abandonamos la política de las prejubilaciones y pasamos a fomentar el mantenimiento de los puestos de trabajo", afirmó.

Los patronos pagarán la mitad de cotización por sus empleados mayores El presupuesto para el primer año es de 49 millones de euros

Los ministros Clos y Caldera firman en Elche con sindicatos y patronal el Plan del Calzado con ayudas fiscales

Caldera, acompañado del ministro de Industria, Joan Clos, estampó ayer su firma en el salón de plenos del Ayuntamiento de Elche en un documento resultado de dos años de negociaciones con las patronales zapateras y los sindicatos CC OO y UGT. El plan incluye un presupuesto de 49 millones de euros y una vigencia de un año, aunque la mayoría de las medidas se establecen a largo plazo.

El Plan de Apoyo al calzado afectará a un total de 40.000 trabajadores de toda España, un 48% de ellos en la Comunidad, concretamente en la provincia de Alicante. Este documento, aprobado por el Consejo de Ministros, intenta paliar la crisis que, especialmente en los años 2004 y 2005, ha afectado a este sector en plena reconversión. La globalización de la economía y especialmente la entrada en los mercados de la fuerte competencia de los países intensivos en mano de obra, como China y Vietnam, han obligado a todo el sector a una fuerte reconversión.

El plan establece bonificaciones en las cuotas de la seguridad social para las empresas que mantengan a sus empleados de más de 55 años. También marca subvenciones para las que, siendo de otro sector, contraten a trabajadores desempleados procedentes del calzado. Se han elaborado planes de formación continua, tanto para especializarse dentro del calzado, como para parados que puedan buscar otras salidas profesionales. Se van a dar ayudas a la movilidad geográfica, así como incentivos que ayuden a aflorar la economía sumergida, en un sector con gran tradición de este tipo de trabajo clandestino, que los sindicatos cifran en un 30%.

La nueva realidad económica a la que se enfrentan los fabricantes de calzado ha hecho necesario crear un conjunto de medidas que según explicó ayer Joan Clos, van dirigidas principalmente al fortalecimiento de las empresas y al mantenimiento del empleo. Clos recordó que España es el segundo productor de calzado de la Unión Europea y el décimo del mundo "y pretendemos seguir siéndolo". El ministro de Industria incidió en que las empresas deben hacer cambios importantes en sus planteamientos: "Hemos de pasar de fabricar un producto de baja calidad a especializarnos y competir en el mercado internacional con productos de gran diseño, tecnología y marca" y añadió que en lo que llevamos de año ha aumentado el precio unitario del par, lo que significa que se va por el buen camino.

El presidente de FICE, la Federación de Industrias del Calzado Español, Rafael Calvo, manifestó que el plan "no debe hacernos olvidar que los principales responsables de la marcha de las empresas son los propios empresarios" y dijo que son los primeros que deben afrontar sus problemas y la administración debe "crear el marco adecuado".