Barracones, aulas prefabricadas y casetas toscas

Glòria Marcos, diputada de Compromís pel País Valencià, reclamó ayer ante el pleno de las Cortes un plan de acción urgente para erradicar los barracones del sistema educativo valenciano. Marisol Sorribes, diputada del PSPV, se sumó a la moción y apuntó que más del 3% de los alumnos que cursan sus estudios en la escuela pública reciben clase en barracones. De hecho, algunos jóvenes han culminado su vida escolar sin llegar a conocer un aula en condiciones.

Vicente Soria, del PP, elogió la capacidad del sistema público de Educación para albergar a "los 9.000 alumnos de otras nacionalidades" que cada año se escolarizan en la Comunidad Valenciana y sentenció que "habrá aulas prefabricadas mientras haya un solo valenciano que necesite ser escolarizado".

Alejandro Font de Mora, consejero de Educación, seguía el debate en un banco azul completamente desierto. Glòria Marcos esgrimió indignada una respuesta por escrito que le había remitido la Consejería de Educación. A una pregunta sobre el número de barracones que hay en la actualidad, "algún listillo" de la consejería replicó amparándose en el diccionario. Si un barracón es una caseta tosca, según la Real Academia de la Lengua, en el sistema educativo valenciano ningún alumno cursa sus estudios en casetas toscas. Font de Mora, sonriente, no tuvo ningún reparo en señalarse con las dos manos para identificarse como responsable del texto.

La moción para erradicar los barracones y generalizar la oferta de enseñanza infantil de 0 a tres años fue rechazada.

La emoción la puso Marcos cuando arrancó su parlamento con un recuerdo para Daniel Oliver, el joven estudiante de Derecho y militante de Esquerra Unida que fue enterrado ayer en Benicull de Xúquer, y que murió a consecuencia de un golpe cuando intentaba mediar en una pelea. Toda la cámara aplaudió.