"El método de Kirchner está terminado"
Desde su cuartel general electoral, Roberto Lavagna (Buenos Aires, 1942), candidato de Una Nación Avanzada (UNA), advierte de que Argentina ha tomado un rumbo equivocado en lo social y en lo económico que puede empeorar en el caso de que el domingo resulte elegida presidenta Cristina Fernández, esposa del actual mandatario, Néstor Kirchner. Lavagna, ex ministro de Economía (2002-2005) de Kirchner y uno de los padres de la recuperación económica argentina, cree que la pobreza será el gran problema del próximo inquilino de la Casa Rosada.
Pregunta. ¿Qué ocurrirá si otro Kirchner es presidente?
Respuesta. Creo que el método de Kirchner está terminado. Todo lo que consiste en ponerse detrás del atril presidencial para presionar a los sectores de la sociedad o para hacer anuncios que después no se cumplen, este método está terminado, no va más para gobernar Argentina.
"Repsol intermedia las relaciones entre Argentina y España"
"Cuando no hay billetera, es inútil hablar de políticas sociales"
P. Se dice que Argentina vive un buen ciclo económico, y en cierta manera a usted le tocó inaugurarlo después de la devaluación en 2002. ¿Qué peligros tiene ese ciclo de frustrarse?
R. Depende de quién resulte electo. Si hay continuidad de lo que se ha hecho desde principios de 2006, las cosas van a volver a caer; no de la manera de 2001, que fue una crisis de magnitud histórica, pero la posibilidad de recaer en una de las situaciones recesivas que tuvo Argentina es altísima. Si se vuelve al modelo económico y social que abandonaron, todavía es posible poner a Argentina en un proceso de crecimiento.
P. ¿En qué cambió el proyecto de Kirchner, en el que usted fue uno de los protagonistas?
R. En todo. Primero, en materia institucional. El año pasado se aprobaron cuatro leyes que inclinaron a favor del Ejecutivo la capacidad de decisión, en contra del Congreso y del poder judicial. Se han intervenido políticamente organismos técnicos del Estado, el Indec
[Instituto de Estadística] es el caso más conocido, pero hay una larga lista. Todo esto implicó un deterioro institucional muy fuerte. A esto le agregamos un cambio en la política internacional: Argentina se fue separando de su núcleo natural, que es Mercosur, para recostarse sobre Venezuela. Y además debemos sumar los errores económicos, que son muchos.
P. ¿Qué tipo de relación tendría Lavagna con España?
R. Hoy las relaciones de Argentina y España son intermediadas por Repsol YPF, donde yo tengo además serias sospechas sobre si la dirección de la empresa responde a los intereses de los accionistas o si, como dice una de las teorías económicas recientes, el agente ha dejado de responder a los intereses del accionista y responde a sus propios intereses. Eso no puede ser.
P. ¿Cómo califica la venta de acciones de Repsol a socios argentinos?
R. ¿Se refiere al arreglo espurio entre capitalistas amigos? Nos vamos a oponer y vamos a hacer todo el ruido del mundo si el Gobierno intenta ir adelante con esta operación.
P. Usted conoció a Cristina Fernández. ¿Cómo la define?
R. ¿A la candidata oculta? ¡Como es oculta no la puedo definir! [risas]. Carece de toda experiencia ejecutiva, pero además no sabemos qué es lo que piensa sobre ningún tema. Fue ella quien defendió cuatro leyes que se aprobaron en 2006 y que implicaron un deterioro institucional: reforma del Consejo de la Magistratura, los decretos de necesidad y urgencia, superpoderes del presidente para manejar el presupuesto y unidad de información financiera.
P. ¿Cuál es el principal problema social que heredará el próximo presidente argentino?
R. La pobreza, sigue habiendo 10 millones de pobres. La mejoría fue muy fuerte, pero quedan todavía 10 millones de pobres y un 9% de desempleo. De éstos, cuatro millones son chicos por debajo de los 14 años. Pero ninguna política social se va a sostener si no hay paralelamente un modelo macroeconómico que sea consistente. Cuando no hay billetera para hacer gasto, es inútil hablar de políticas sociales.
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