Previsiones del FMI
La semana última nos ha ofrecido algunos indicadores relevantes sobre la evolución de la economía española. Dos de ellos, del sector de la construcción: el consumo aparente de cemento de septiembre y el índice de producción de construcción de agosto, indicador que elabora Eurostat a partir de la Encuesta Coyuntural de la Industria de la Construcción (ECIC) del Ministerio de Fomento. El primero registró la quinta tasa interanual negativa del año, si bien la media del tercer trimestre (-1,7%) fue algo menos mala que la del segundo (-2,6%); el índice de producción medio de julio y agosto aumentó un escuálido 0,4%, cuando crecía por encima del 5% a comienzos del año.
El Banco de España publicó la cifra de financiación (stock de crédito vivo) a residentes en agosto, que curiosamente ha detenido la tendencia de desaceleración que venía mostrando, debido al repunte de la financiación a las empresas, pues la de las familias, especialmente la de tipo hipotecario, sigue a la baja. En todo caso, más significativo es el flujo de crédito efectivo mensual, y el de los hogares está en tasas interanuales negativas desde hace meses.
El FMI ha recortado la previsión de crecimiento para España hasta el 2,7% en 2008
También el Banco de España nos ofreció las cifras de la balanza de pagos de julio. En lo que va de año, el déficit de bienes y servicios ya no crece al ritmo de los anteriores, pero el de rentas se acelera, con lo que el déficit por cuenta corriente continúa su ascensión imparable y ya le queda poco para alcanzar la cima del 10% del PIB.
Pero no todo va mal. Como nota positiva, conocimos el tráfico aéreo de septiembre, que cerró un trimestre sobresaliente dentro de una tendencia marcadamente expansiva, con un crecimiento del 10,5%, más de dos puntos por encima de la media del primer semestre. Es un ejemplo de manual, de cómo la liberalización de un sector provoca una reducción de los precios y un aumento de la demanda y producción, con lo que todos salimos ganando, entre otras cosas, eso que denominamos productividad.
Toda esta información quedó, sin embargo, en segundo plano, ante la publicación de las perspectivas económicas mundiales del FMI de otoño, seguramente las más esperadas en varios años, al ver la luz justo poco después de estallar la llamada crisis del crédito. Desdiciéndose de lo dicho en julio (los analistas tenemos que comernos muchos sapos a menudo, pero nos resarcimos cuando acertamos de vez en cuando), el fondo revisa ahora a la baja en cuatro décimas porcentuales la previsión de crecimiento de la economía mundial en 2008, debido fundamentalmente a los peores pronósticos para las economías avanzadas. Entre ellas, los mayores recortes se los llevan Estados Unidos y España, para la que dan un crecimiento del PIB del 2,7%, un punto menos que en 2007 (véanse gráficos adjuntos). Esta cifra es algo más baja que la del consenso de analistas privados españoles, pero parece realista a la vista de cómo se está produciendo el ajuste del sector de la vivienda. Sin embargo, no es mala, sobre todo si nos fijamos en un dato que ha pasado desapercibido en los medios de comunicación: la tasa media anual es 2,7%, pero la del cuarto trimestre es 2,9%, lo que significa que a lo largo del año se toca suelo y se produce una recuperación significativa, algo que también se produce en otros países, pero con menos intensidad. No sé si es esto lo que realmente están pensando los analistas del fondo o es un desliz entre las miles de cifras del informe, pero si fuera cierto, yo firmaba ahora mismo.
Ángel Laborda es director de coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas).
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