400 colegios dispondrán de profesores de refuerzo para euskaldunizar a los inmigrantes

La llegada de inmigrantes al sistema educativo resulta un fenómeno imparable. Lograr su adaptación y su éxito escolar constituye uno de los principales retos de la escuela, consciente de que es el primer y fundamental paso para su posterior integración en la sociedad. Para conseguirlo, 400 colegios (250 públicos y 150 privados) contarán este curso con profesores de refuerzo lingüístico para euskaldunizar a los recién llegados. Algunos docentes trabajarán los fundamentos del castellano, pero la idea es reforzar el aprendizaje del euskera, que será el idioma vehicular tras la reforma lingüística.

En el curso 1999-2000, el sistema educativo contaba con 2.094 inmigrantes. El curso pasado se llegó hasta los 16.661, el 5,27% del total del alumnado. Aunque Euskadi es una de las comunidades con menor porcentaje de extranjeros (sólo Galicia y Asturias tienen menos) la tendencia al alza parece evidente.

Entre las principales preocupaciones que acarrea este aumento progresivo de inmigrantes figura que el reparto entre las dos redes resulte lo más equitativo posible. En estos momentos, el sistema público acoge al 66% de ellos frente al 34% que recala en el privado concertado, fundamentalmente en los centros religiosos. Por territorios las diferencias se acrecientan en el caso de Álava, donde los colegios públicos reciben a más del 70%, mientras que en Guipúzcoa se acercan al equilibrio.

El consejero de Educación, Tontxu Campos, presentó ayer ante la comisión correspondiente del Parlamento un plan para integrar en las mejores condiciones a estos alumnos, a los que prefirió no llamar "inmigrantes" y se refirió como "recién llegados". El documento pretende dotar al sistema educativo de una serie de instrumentos que le permitan adaptarse a "una sociedad cambiante y multicultural". Campos se marcó como objetivo del sistema de enseñanza contribuir al éxito escolar de este alumnado mediante el aprendizaje de las dos lenguas oficiales, "reforzando especialmente el conocimiento" del euskera. Esta puntualización del consejero resulta fundamental, ya que en el futuro inmediato (probablemente el próximo curso) desaparecerá el actual sistema de tres modelos (castellano, bilingüe y euskaldún) para quedar reducir a uno en el que el euskera se convertirá en la lengua vehicular. Dependiendo del entorno de los centros, estos podrán recurrir más al castellano si se encuentran en una zona de predominio castellanohablante, pero la tendencia es clara.

De ahí, la necesidad de que los centros cuenten con profesores de refuerzo lingüístico, un acuerdo previsto ya en el pacto suscrito entre Educación y Comisiones Obreras para mejorar las condiciones laborales de la plantilla. De momento, este curso serán 400 los colegios con más docentes, pero la idea es ir aumentando su número durante los próximos años. En cualquier caso, el encaje del modelo único en algunos centros resultará más suave que en otros, pues en estos momentos un 43% de los inmigrantes que se incorporan al sistema de enseñanza se decanta por el modelo A, exclusivamente en castellano. Junto a los docentes de refuerzo, otra de las premisas del plan es la creación de la figura de un coordinador de "interculturalidad" en aquellos centros que superen la barrera del 30% de alumnado extranjero para facilitar el trabajo en los mismos.

Cuotas por centros

La otra cuestión, siempre polémica, es la del reparto por redes. La pretensión del departamento es que en 2010 la red pública reciba al 60% y la concertada al 40% restante. Es un objetivo repetido una y otra vez por los sucesivos consejeros de Educación. Ya era una idea de Inaxio Oliveri, siguió con Anjeles Iztueta y la defiende ahora Campos. Al final, es siempre la voluntad de los padres la que prevalece, como reconoció el consejero, quien puntualizó que los esfuerzos deben dirigirse a que los colegios no superen la cuota del 30% de inmigrantes. Ahora, 27 colegios públicos y siete concertados la rebasan.

La oposición le pidió "más ambición" en el reparto. Isabel Celaá, del PSE, propuso que la red pública escolarice a un porcentaje de inmigrantes similar al total de alumnos con que cuenta, que ahora se sitúa en el 48%. Iñaki Oyarzabal, del PP, planteó que ningún colegio supere el nivel del 20% de inmigrantes en Primaria y del 15% en Secundaria.