La Zona Franca inicia la venta de patrimonio para tapar su deuda
El Boletín Oficial del Estado publica hoy la oferta pública por la que la Zona Franca de Cádiz pone a la venta oficinas y locales en varios edificios de su recinto exterior en Cádiz, en el estadio de fútbol Carranza y en el parque comercial Las Salinas, en El Puerto de Santa María. Es la primera vez que el organismo fiscal gaditano se deshace de inmuebles que actualmente están ocupados en régimen de arrendamiento. Con esta operación los actuales responsables del Consorcio tratan de tapar el agujero económico de 36 millones de euros que dejó la anterior etapa del PP. La Zona Franca quiere ganar con esta venta de patrimonio de 45 a 60 millones de euros.
El anuncio abre un plazo de presentación de ofertas hasta las tres de la tarde del próximo nueve de noviembre. Será el 13 de noviembre cuando se abran las plicas y se conozca quiénes serán los nuevos propietarios de estos inmuebles de los que se deshace la Zona Franca. Esta venta se refiere a locales y oficinas del edificio Glorieta de Cádiz, donde actualmente están las instalaciones de un periódico y de administraciones como el Consorcio de Transportes; el edificio Tartessos, también en la capital gaditana, que tiene uso industrial y empresarial y donde se ubica la televisión municipal, o el parque de Levante, con naves comerciales. También se abren ofertas en las oficinas del fondo norte del Estadio Carranza y en el parque comercial Las Salinas, de El Puerto de Santa María.
Herencia del PP
El delegado de la Zona Franca, José de Mier, se planteó esta venta como la única solución posible para eliminar a corto plazo los números rojos que arrastra el recinto fiscal gaditano en los últimos años como herencia de la gestión de sus antecesores Manuel Rodríguez de Castro y Miguel Osuna, del PP, sobre todo, a raíz de la puesta en marcha del portal informático Rilco o la compra de la mayoría de acciones de la compañía alimenticia Quality Food. Ambos casos todavía están siendo juzgados. De 2000 a 2004, la última etapa del PP, la Zona Franca perdió 24 millones de euros de fondos propios. La producción normal del consorcio haría que se tardasen años en conseguir la recuperación económica por lo que se ha optado por la venta patrimonio, siguiendo el modelo que inició el BBVA.
Al ser un procedimiento administrativo público, las instalaciones se han ofrecido en primer lugar a los actuales arrendatarios, aunque sólo una minoría de ellos ha mostrado interés. La venta de inmuebles ocupados, que se prevé se incremente hasta finales de año en naves nido en el muelle del Bajo de la Cabezuela (Puerto Real), Tahivilla (Tarifa) y San José del Valle, es paralela a una oferta pública permanente que afecta a edificios o parcelas que están vacías en los recintos de la Zona Franca, el parque comercial Las Salinas o La Cabezuela. La venta de patrimonio forma parte de una operación para simplificar el organigrama y desmantelar sociedades inactivas como Inmobiliaria Zona Franca, Rilco o Quality.
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