200 objetos evocan la derrota más célebre
El Museo de Historia de Cataluña recuerda en una exposición los efectos que tuvo para el principado la Guerra de Sucesión
La derrota más clamorosa -y celebrada- de los catalanes es objeto de una exposición en el Museo de Historia de Cataluña (MHC) que podrá visitarse hasta el próximo 20 de enero. Catalunya y la Guerra de Successió recorre a través de 200 piezas originales las interioridades de un conflicto que se gestó dentro de la frontera peninsular y acabó teniendo un alcance supracontinental. El resultado es el ya conocido: victoria de Felipe V de Borbón sobre Carlos III de Austria y fin de la autonomía y los privilegios de Cataluña, que apostó por el caballo perdedor.
El vicepresidente de la Generalidad y líder de ERC, Josep Lluís Carod Rovira, asistió ayer a la inauguración de la exposición y quitó hierro a la derrota: "Fue un fracaso, pero también fue un éxito, porque aquella derrota no consiguió desguazar, pieza a pieza, la estructura nacional de Cataluña. Siempre hubo quien quiso volver a poner al día esa estructura", afirmó Carod.
El líder republicano no hizo mención del referéndum para la independencia que anunció que convocaría en 2014, fecha en la que se conmemorará el 300º aniversario del final de la Guerra de Sucesión (1705-1714). A la espera de que llegue ese momento, la agenda cultural catalana se va llenando de actos para recordar las efémerides más importantes del conflicto. Este año
numerosas actividades evocan la batalla de Almansa (1707), la derrota que supuso el principio del fin.
El comisario de la exposición, el historiador Agustí Alcoberro, ha reunido objetos procedentes de Cataluña y de Europa que ayudan a entender los vaivenes del conflicto. Hay historia, y también sentimientos, en los retratos de los protagonistas de la contienda, en los documentos que enaltecen la figura del archiduque Carlos y en los opúsculos editados por el Gobierno catalán animando a los barceloneses a resistir el largo sitio de la ciudad.
La derrota se ilustra con el Decreto de Nueva Planta, que abolía las leyes e instituciones propias del principado, y con un compendio de sentencias de muerte, listas de presos y relaciones de bienenes expropiados a la Generalitat.
La exposición se complementa con una propuesta de itinerario por cinco escenarios de la guerra dispersos por la geografía catalana, desde la Seu Vella de Lleida, primera ciudad catalana en caer, hasta la casa de Moià en la que vivió Rafael Casanova, el conseller en cap de Barcelona que lideró la resistencia de la ciudad hasta el último momento. También hay una propuesta por la Barcelona de 1714. Es de visita obligada el Fossar de les Moreres, emplazamiento en que están enterradas numerosas víctimas del sitio borbónico.
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