Rectores y Xunta pactan suprimir las carreras duplicadas para especializarlas
El acuerdo propone un mínimo de 25 estudiantes por curso para mantener un título
Las tres universidades gallegas inician el año que viene una de las mayores transformaciones de su historia con el fin de facilitar que los alumnos estudien y trabajen en otros países europeos. Los rectores y la Consellería de Educación han llegado a un primer acuerdo para fijar los requisitos que deberán cumplir los títulos universitarios a partir de ahora para obtener la convalidación oficial. En una comunidad donde conviven, por ejemplo, ocho diplomaturas de Enfermería, la propuesta se propone eliminar las carreras repetidas transformándolas en títulos especializados.
El cambio en el sistema universitario gallego será tan amplio que llegará hasta el lenguaje. Las titulaciones empezarán a llamarse grados y se pondrá fin al minifundismo de carreras que prima en Galicia. Los siete campus del país -Santiago, Lugo, A Coruña, Ferrol, Vigo, Pontevedra y Ourense- ofrecen actualmente cinco títulos de Magisterio, cuatro en Dirección y Administración de Empresas, y tres licenciaturas idénticas en Química, en Derecho y en Economía. La adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior acabará con esta situación, que provoca que las aulas de algunas de estas carreras estén casi vacías.
Los rectores y la Consellería de Educación ha elaborado un borrador en el que se recogen las "líneas generales para la implantación de los estudios de grado y posgrado". Universidades y Xunta se proponen ofrecer a los estudiantes "una oferta lo más completa y versátil posible" y "disminuir las repeticiones" en una o varias universidades. Para ello, el documento propone especializaciones de títulos y acuerdos entre instituciones. La propuesta deberá ser aprobada por el Consello Galego de Universidades y en este momento está siendo analizada por su comisión de titulaciones, que emitirá un dictamen.
Todos los títulos universitarios que surjan de esta transformación deberán contar con una convalidación oficial que la Administración sólo otorgará si los estudios cumplen determinadas condiciones. La media de alumnos de nuevo ingreso o por curso durante los últimos tres años tendrá que ser de 25 o más. La Consellería de Educación sostiene que las carreras actuales que no alcancen este número no desaparecerán, sino que se integrarán en otras titulaciones u ofrecerán títulos especializados.
El Consello Galego de Universidades podrá hacer alguna excepción con las carreras no duplicadas que no lleguen a este mínimo de matriculados. De esta forma, se salvarán aquellas titulaciones con "una amplia tradición en el Espacio Europeo de Educación Superior" que "no sean susceptibles de confluir en un título común". Las universidades y la Xunta exigirán, eso sí, que se cuente con "medios materiales adecuados" y "una considerable capacidad docente e investigadora".
A las titulaciones que se multiplican en los campus gallegos se les darán varias salidas. No se autorizarán en una misma universidad carreras "repetidas o con una alta coincidencia en objetivos y contenidos". Los títulos que estén en esta situación podrán unificarse aunque sigan impartiéndose en varios campus distintos.
Cuando las duplicidades se registren entre universidades distintas, las "instituciones implicadas" podrán pactar una especialización de sus carreras para que cada una diferencie sus contenidos "al máximo". "En todo caso", se puede leer en el borrador, "se exigirá el cumplimiento del número mínimo de matriculados para garantizar la viabilidad de los títulos". Si la demanda es alta, las universidades podrán crear un "título interuniversitario único". En el caso de que así lo acuerden la Xunta y los rectores, el documento recoge la posibilidad de resolver las multiplicidades implantando carreras no existentes en Galicia.
Para realizar la transformación, el borrador prevé congelar la creación de nuevas titulaciones desde 2008 hasta 2010, los dos años necesarios para que todas las actuales carreras emprendan su conversión en grados. A partir de 2010, las universidades podrán proponer nuevas titulaciones, pero para que sean aceptadas deberán cumplir un mínimo de matriculados. Sus promotores tendrán que justificar de forma detallada el número "esperado" de alumnos, fundamentándolo con estudios y prospecciones. La cifra no puede ser inferior a 40 estudiantes.
La Administración controlará el tiempo necesario para acabar los estudios y cuántos alumnos abandonan
Las titulaciones universitarias deberán someterse a un control oficial cada seis años. En estas evaluaciones, el Consello Galego de Universidades determinará si la carrera cumple los requisitos para que sus estudios estén convalidados.
Además del número de estudiantes por curso y de nuevo ingreso, las universidades y la Consellería de Educación tendrán en cuenta otros indicadores como el tiempo que precisan los matriculados para lograr el título o el porcentaje de jóvenes que abandonan la carrera antes de terminarla. Otro de los criterios que pesará en la pervivencia de una titulación será las probabilidades que tienen los graduados para encontrar un puesto de trabajo en el sector para el que han estudiado durante años.
Los programas oficiales de posgrado deberán tener un mínimo de 20 estudiantes para los máster "profesionales o académicos-profesionales", o de 10 si se trata de un doctorado o un máster "de perfil académico-investigador". En el primero de los casos, la mitad de los créditos deben ser impartidos por doctores y, en el segundo, el 90%.
Para lograr la convalidación oficial, las universidades deberán remitir primero los planes de estudios a la Dirección Xeral de Universidades de la Consellería de Educación para obtener una "autorización previa".
El borrador que deberá aprobar el Consello Galego de Universidades propone un "calendario orientativo" para el desarrollo de esta reforma universitaria. Los primeros que podrán solicitar la convalidación oficial y completar su adaptación lo harán en el curso 2008-2009. Se trata de aquellas titulaciones que sólo se imparten en un campus y que cumplen el mínimo de 25 alumnos por curso.
En 2009-2010 podrán pedir esta acreditación el resto de carreras que respeten las condiciones de demanda y de especialización y acuerdo entre universidades. Finalmente, en 2010-2011 se abordarán los casos especiales, es decir, el futuro de aquellos títulos únicos que tienen alumnos insuficientes o en los que las universidades no han llegado a un acuerdo. Rectores y consellería recomiendan que la transformación se realice de forma simultánea en todos los cursos o en varios de ellos, con el fin de "evitar que los alumnos se vean perjudicados".
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