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Los robos en viviendas caen en Barcelona, pero se disparan los hurtos a turistas

La delincuencia crece globalmente un 2,4%, aunque los delitos más graves tienden a frenarse

Jesús García Bueno

Barcelona ha sufrido una media diaria de cinco robos con fuerza en viviendas en el último trimestre. Durante todo 2006 y buena parte de 2007, la cifra se elevaba a ocho o nueve. La estadística de los Mossos d'Esquadra indica que la lucha policial ha reducido éste y otros delitos graves -como los robos en comercios, los homicidios y las agresiones físicas- que crean gran sensación de inseguridad. La delincuencia ha crecido globalmente un 2,4% debido a que los pequeños delitos se han disparado: los robos en el interior de vehículos y los hurtos, cuyas víctimas preferentes son los turistas.

Barcelona acumula más de la mitad de delitos cometidos en Cataluña en lo que va de año

Michel Angelo L. G. está acusado de cometer una decena de robos en viviendas de Barcelona, Terrassa y Gavà. Este joven chileno de 22 años escalaba por los balcones de los edificios para entrar en los pisos. Una vez allí, se hacía con el dinero en efectivo y los objetos de valor: joyas, ordenadores, teléfonos. Hace unos días, Michel Angelo fue detenido. De modo que, al menos por una temporada, no podrá engrosar la estadística de delitos contra el patrimonio.

Entre enero y agosto de este año, Barcelona ha sufrido 1.969 robos con fuerza en domicilios. El 8,7% menos que en el mismo periodo de 2006. O sea, ocho cada día, frente a los nueve diarios del año pasado. Claro que, si se atiende sólo al último trimestre (incluido septiembre), la reducción es más pronunciada: últimamente se cuenta una media de cinco robos por día en pisos, según los Mossos. En este tipo de delito, el ladrón entra en la casa cuando sus ocupantes duermen -los robos silenciosos- o bien aprovecha su ausencia.

En el conjunto del territorio, los robos con fuerza se han reducido un 7,6%. Sin embargo, son más frecuentes que en la capital, debido a la presencia de urbanizaciones más o menos aisladas, donde resulta casi imposible mantener una vigilancia policial constante.

Nada que ver con los asaltos violentos a viviendas en los que, por el contrario, se produce una agresión física clara y contundente sobre los propietarios. En este capítulo, la situación está "estabilizada", explica el comisario coordinador de los Mossos d'Esquadra, Josep Milán. En los ocho primeros meses de 2006 se contabilizaron una veintena de estos delitos, los mismos que este año. El último caso conocido se dio en el chalet de una urbanización de Cambrils, donde suele veranear un matrimonio alemán. Cuatro asaltantes amenazaron a la pareja de ancianos e incluso golpearon a la mujer para exigir que se les entregara el dinero. Pocos días antes, en una masía del Baix Empordà, otros cuatro encapuchados amordazaron y ataron de pies y manos a un matrimonio inglés, mientras encerraban a sus tres hijos en una habitación.

La estadística oficial de la Dirección General de Policía compara los delitos y faltas cometidos en 2006 y 2007. Las cifras se refieren solamente al territorio donde la policía autonómica posee las competencias en materia de seguridad ciudadana, de modo que queda excluida la provincia de Tarragona. Tampoco se refleja la actividad delictiva de las comarcas del Vallès y de parte del Baix Llobregat porque los Mossos se desplegaron allí a finales de 2006 y, por tanto, no es posible fijar una comparación.

Las cifras globales apuntan a un aumento moderado de la delincuencia, del 2,4%. El incremento, además, es más pronunciado (2,8%) en el caso de las faltas -que incluyen pequeños hurtos, daños y estafas- que en el de los delitos, que suben el 2,1%. La mayoría de detenciones por faltas las realizan las policías locales, mientras que los Mossos d'Esquadra están "más interesados en combatir los delitos que preocupan a los ciudadanos", indica Milán.

Debido a la presión policial, los delitos más graves son los que más bajan, y de forma especial los que atentan contra la integridad de las personas. Entre enero y agosto se han cometido 29 homicidios, frente a los 44 del año pasado. Los intentos de asesinato y las lesiones también han experimentado un descenso pronunciado, del 16%. De igual forma, la policía ha puesto coto a los robos en comercios y entidades bancarias, así como a los robos con violencia que se cometen en plena calle.

Junto a los logros, también hay zonas oscuras que copan las preocupaciones de los responsables policiales. Por ejemplo, el notable aumento (16%) de los robos en el interior de vehículos. El comisario jefe lo atribuye a "la presencia de GPS y otros dispositivos", que son un botín irresistible para la mayoría de cacos. De la misma forma han aumentado -el 7% en Cataluña y el 8% en Barcelona- los hurtos. En este caso, los principales perjudicados son "los turistas extranjeros", asegura Milán, víctimas de ladronzuelos que actúan sobre todo en Ciutat Vella.

La policía admite la dificultad para luchar contra los multirreincidentes. Aunque operaciones como la Bucarest -que acabó con la detención de varios padres rumanos por inducir a sus hijos a robar- o la T-10 -en la que fueron arrestadas decenas de mujeres bosnias que robaban en el metro- han ayudado a "quitarles de la circulación, al menos por un tiempo", subraya Milán.

El gran volumen de hurtos (más de 27.000) y de robos en coches (casi 20.000) distorsiona la estadística y la eleva al alza. De hecho, juntos suponen el 40% de todos los delitos que se han cometido en Cataluña en 2007: 120.000. En números redondos, la policía autonómica ha resuelto 48.000 de esos delitos y ha detenido a 24.000 personas como sospechosas de cometerlos.

La ciudad de Barcelona, donde patrullan 2.614 mossos, se come más de la mitad del pastel: 61.000 delitos. Por primera vez, los datos permiten evaluar la actuación de los Mossos, que asumieron los mandos de la seguridad en la capital el 1 de noviembre de 2005. A juicio de Milán, el balance de este primer año y nueve meses es positivo. "No tenemos la sensación de que los niveles de seguridad sean malos; al contrario".

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Sobre la firma

Jesús García Bueno
Periodista especializado en información judicial. Ha desarrollado su carrera en la redacción de Barcelona, donde ha cubierto escándalos de corrupción y el procés. Licenciado por la UAB, ha sido profesor universitario. Ha colaborado en el programa 'Salvados' y como investigador en el documental '800 metros' de Netflix, sobre los atentados del 17-A.

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