Fototeca
Colecciones y archivos fotográficos ganan cada día más adeptos. Instituciones y museos se encargan de recopilar y conservar imágenes que explican aspectos culturales y artísticos del pasado. Aparentemente, puede resultar una labor sencilla, pero llevar a cabo labores de catalogación y selección de este tipo requiere un importante esfuerzo. Máxime cuando existe una producción tan generosa como la contemporánea, donde obra y autores pueden resultar innumerables.
Con todo, y a pesar de las dificultades que pueda plantear, se han dado pasos interesantes. Uno de ellos es el efectuado por la Federación de Agrupaciones Fotográficas del País Vasco, que a lo largo de su trayectoria ha conformado un fondo que sobrepasa las 1.200 piezas selectas, donadas mayormente por autores de la tierra.
Parte de esta colección se expone en Bilbao junto a un largo reportaje del catalán Gabriel Brau sobre su ultimo viaje al continente africano, que titula Luces de África. Ambos grupos de imágenes consiguen un curioso contraste que por momentos puede resultar chocante. No obstante, el diseño de la sala con sus rincones hace que la visita resulte del todo recomendable.
Las fotografías del reportero están resueltas en blanco y negro. Su factura técnica y compositiva muy depurada resulta un tanto manida por muchos autores. El tema, un tanto disperso, engancha más por su exotismo que por su originalidad. Estamos viendo imágenes de África con excesiva reiteración. Sin embargo, dentro de este bombardeo iconico llama la atención el interior de una escuela construida en adobe vista desde una ventana que cumple una función de segundo encuadre, donde quien parece el maestro escribe con tiza sobre la pizarra. Dentro de otras imágenes con evidente interés se encuentra también la del pescador con el cuerpo marcado por el esfuerzo de arrastrar una red cargada de pescado hacia la orilla.
Puede resultar más subyugante el apartado que corresponde a la colección de la federación. Mueve el baúl de los recuerdos. Despierta la melancolía con un inevitable sabor agridulce. Retratos, paisajes, escenas de la vida cotidiana más próxima destilan emociones olvidadas, pero la fotografía nos las trae al presente. Cada imagen resulta toda una historia, bien se trate de los obreros subidos a los postes del tendido eléctrico tomada y luego tratada por Pedro Zarrabeitia o la aldeana con pañuelo a la cabeza con aire de reflexión profunda realizada por Sigfrido Koch en su búsqueda de una fotografía autóctona.
Fototeca-fototeka. Varios autores. Aula de cultura BBK. Elcano, 20; Bilbao. Hasta el 9 de noviembre. Horarios: de lunes a sábados, de 10.00 a 13.30 y 17.00 a 21.00; domingos y festivos, cerrado.
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