La Patagonia que marcó a los Kirchner
El presidente argentino y su esposa, candidata a sucederle, dominaron la política dela provincia austral de Santa Cruz durante 15 años con un estilo de mando que persiste
"Bienvenida, Cristina", reza una pintada frente a la residencia de los Kirchner en Río Gallegos, capital de la provincia de Santa Cruz, en la cual Néstor Kirchner hizo toda su carrera política hasta que dio el salto a la Casa Rosada en 2003. Primero, como alcalde, y luego como gobernador -y acompañado siempre por su mujer y actual candidata presidencial, Cristina Fernández, quien fue senadora por la provincia-, Kirchner fue el referente político de su patria chica durante 15 años. Un abogado dedicado a la política que paseaba por la calle y tomaba café a menudo en el Club Británico.
Hoy, la residencia familiar, de ladrillo rojo y tejado verde, permanece cerrada con las persianas bajadas mientras la Guardia de Infantería impide a los turistas sacar fotos. Aunque las encuestas auguran la victoria de Cristina Fernández en la tierra de su marido, la oposición -encabezada por los sindicatos de la enseñanza- ha convertido a los Kirchner en extraños en su tierra. Una oposición que denuncia y explica la presión oficial en el votante medio.
Santa Cruz es una de las provincias más ricas de Argentina gracias a las regalías petroleras
Situada a 2.700 kilómetros al sur de Buenos Aires, Río Gallegos es la ciudad natal de Kirchner y el lugar al que regresó con su mujer cuando la represión de la dictadura militar se desató en La Plata, la ciudad de ella y donde ambos estudiaban Derecho. Desde la capital de Santa Cruz, los Kirchner construyeron su proyecto político, que comenzó con la elección de él como alcalde en 1987 y de ella como senadora en 1995. En 1991, Kirchner se convirtió en gobernador, puesto que sólo dejó para ocupar el sillón presidencial en 2003. Y, ahora, Cristina Fernández aparece como la gran favorita para suceder a su marido en la Casa Rosada.
"Kirchner gobernó la provincia con un sistema calcado al que usa ahora en la nación", apunta Pedro Muñoz, secretario general de la Asociación de Docentes de Santa Cruz (Adosac), el sindicato de maestros que ha puesto contra las cuerdas a los hombres del presidente en la región. En el Parlamento regional, el Frente para la Victoria (FPV) -la formación creada por Kirchner- tiene 22 de los 24 escaños existentes. La obra pública es la principal fuente de trabajo en la zona. Además de los 100.000 trabajadores en activo que hay en Santa Cruz, unos 45.000 ocupan puestos en la Administración pública.
En una de las provincias más ricas de Argentina gracias a las regalías petroleras, los salarios de los funcionarios están divididos en un básico más complementos, siendo el primero en numerosas ocasiones de 59 pesos (unos 13 euros). Fue precisamente el salario básico de los maestros, congelado desde 1991, el que desató en marzo el mayor conflicto social que ha vivido la provincia. Las constantes protestas callejeras, que llegaron a congregar a 20.000 personas frente a la residencia privada de Kirchner, le costaron el puesto al gobernador designado por el mismo presidente, Carlos Sancho.
El control de los medios es férreo. "Los periódicos existentes dependen de la publicidad oficial y, por ejemplo, durante marzo, abril y mayo, las operadoras de cable y radio cortaban las emisiones desde Buenos Aires de programas incómodos para el oficialismo", asegura el periodista Rubén Lasagno, director de OpiSantaCruz. En la nómina de periodistas oscurecidos figuran profesionales de reconocido prestigio y crítica demoledora como Jorge Lanata, Mariano Grondona, Nelson Castro y Luis Majul. "Hay veces que, si uno quiere informarse por la prensa, esto parece Matrix", indica Pedro Muñoz, el líder sindical.
"Han sido muchos años de una forma de gobernar donde todo depende del de arriba", opina en su despacho Juan Carlos Romanín, obispo de Santa Cruz, quien lleva año y medio en el cargo, y subraya que, "en cuanto alguien propone algo nuevo, es considerado como enemigo". El prelado ha denunciado que los teléfonos del obispado están intervenidos, y pone como ejemplo de control sobre la vida ciudadana el hecho de que en Río Gallegos, con 80.000 habitantes, no existe un solo cine.
Aunque las encuestas auguran la victoria dentro de 17 días a Cristina Fernández, no es así para Daniel Peralta, actual gobernador y candidato a la reelección por el FPV. El ambiente en la ciudad ha cambiado drásticamente en los últimos meses y la hostilidad de varios sectores hacia la pareja presidencial y su entorno ya se ha hecho patente en las calles.
La imagen de Cristina empapela Río Gallegos
"Cristina no es una mujer dura, es una persona de convicciones fuertes", subraya Judith Forsman, la presidenta del Parlamento de Santa Cruz, en su práctica totalidad en manos del Frente Para la Victoria (FPV) que hace de la presencia de los dos únicos diputados opositores algo testimonial. Una adhesión personal a Cristina Fernández, la candidata presidencial y gran favorita a las elecciones, corroborada por otros militantes del FPV que prefieren el anonimato. Y es que aunque el apoyo al presidente y a la candidata en su formación es unánime, hay una pugna interna por los sucesivos vacíos de poder que se han generado en la provincia tras la marcha de Kirchner a Buenos Aires en 2003. Desde entonces, la provincia ha tenido tres gobernadores, de los cuales dos, Sergio Acevedo y Carlos Sancho, se han visto obligados a dimitir."El problema es que cuando Kirchner se traslada a Buenos Aires se lleva a su círculo de confianza. Esto crea un vacío que debe ser cubierto por la segunda y la tercera línea y encima con el líder político a 3.000 kilómetros", relata Ruben Lasagno, fundador de OpiSantaCruz. En paralelo, la oposición es consciente de que el rival no posee la fuerza de Kirchner, y esta combinación produce el resquebrajamiento de un statu quo de varios lustros.De hecho, la campaña de Cristina Fernández en la ciudad que le sirvió por primera vez para acceder al Senado, y donde todavía permanece empadronada, ha sido breve. A mediados de agosto, los Kirchner protagonizaron un mitin en el Boxing Club de la capital santacruceña. A pocas manzanas, unas 300 personas que reclamaban aumento de salarios y la dimisión del jefe de la policía rodearon el coche de Daniel Varizat, un íntimo colaborador del presidente en sus tiempos de gobernador. Varizat optó por pisar el acelerador y 20 personas resultaron atropelladas.Hoy, en Río Gallegos el rostro de la mujer del presidente es omnipresente desde los carteles que empapelan la ciudad. Lejos quedan los días en los que Cristina hacía compras por la ciudad. "Le encantaban las velas aromáticas con sabor a vainilla", explica el dueño de El Baúl, uno de los comercios favoritos de la ahora candidata presidencial.
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