Medio Ambiente propone dos o tres plantas más de compostaje en Lugo y zonas del sur

La Consellería de Medio Ambiente se propone resolver el problema de las basuras en Galicia a través del compostaje, el proceso que convierte los residuos orgánicos en abono. El plan de residuos del bipartito prevé la construcción de dos o tres nuevas plantas de producción de compost en Lugo y el sur del país, que se unirán a las instalaciones existentes en Nostián (A Coruña), Lousame (O Barbanza) y O Morrazo (Pontevedra). El proyecto que transformará el modelo del PP se propone mejorar la separación de los desperdicios en el hogar para fabricar abono de mayor calidad.

El conselleiro de Medio Ambiente, Manuel Vázquez, se reunió ayer con representantes del movimiento ecologista para exponerles el plan con el que pretende gestionar el millón de toneladas de basura que genera Galicia cada año. El objetivo del departamento de Vázquez es acabar con la saturación de Sogama, la incineradora que creó la Xunta de Manuel Fraga y que recibe 400.000 toneladas más de desperdicios de los que es capaz de tratar. Este excedente lleva años acumulándose en un vertedero.

La solución que propone Medio Ambiente es no llevar a Sogama los residuos orgánicos que generan los hogares gallegos. Estos desechos se trasladarán a plantas de compostaje para transformarlos en abono. Para ello se divide el territorio del país en varias zonas con el fin de que cada una de ellas cuente con un complejo de producción de compost. Dos o tres de las instalaciones serán de nueva creación y se construirán en Lugo y en el sur de Galicia, aunque no se plantea de momento una ubicación concreta. Las otras dos serán las ya existentes de Nostián, Lousame y O Morrazo. Una sexta área, localizada en la montaña de Lugo y Ourense, no contará con una planta de este tipo porque entre sus vecinos se promoverá el compostaje doméstico.

En la reunión con los colectivos ecologistas, el conselleiro no desveló qué piensa hacer la Xunta con el compost que se produzca, un material difícil de comercializar porque no suele tener mucha calidad. Lo que sí explicaron Vázquez y sus técnicos son sus estrategias para mejorar la separación de los residuos en origen y, por tanto, las características del abono.

La recogida de los desperdicios se realizará con sistemas adaptados al tamaño y dispersión de las poblaciones. En los núcleos de menos de 5.000 habitantes, por ejemplo, los operarios irán a buscar los envases puerta a puerta, ya que en estas localidades se promoverá que la materia orgánica se use para fabricar compost casero.

Durante su exposición, el conselleiro eludió aportar cifras concretas del presupuesto que se destinará para implantar el nuevo modelo de gestión de residuos, aunque se comprometió a que no se incrementarán los costes. Actualmente, el tratamiento de las basuras cuesta en Galicia 44 euros por tonelada.

Los colectivos ambientales abandonaron la reunión "bastante satisfechos". Concuerdan con la filosofía que impregna el plan diseñado por Salvador Rueda, responsable de los programas de gestión de residuos de Cataluña y el área metropolitana de Barcelona. Fins Eirexas, de Adega, aprecia en la propuesta "elementos para la esperanza". Entre las críticas apuntadas por las asociaciones consultadas está uno de los métodos propuestos para fabricar el compost. Algunas de las plantas aprovecharán la producción del abono para generar metano, un gas que puede ser utilizado para producir energía eléctrica. Los ecologistas creen que dar prioridad a este sistema es un error y piden también un mayor número de plantas de compostaje, pero de menor tamaño.

El borrador del plan es un documento abierto a nuevas propuestas y su plazo de implantación alcanza los 10 años. El conselleiro de Medio Ambiente pretende presentarles el texto a sus compañeros de gobierno en el próximo Consello da Xunta. El día 22 lo llevará al Consello Galego de Medio Ambiente y luego lo colgará de su página web y abrirá un periodo de alegaciones.