Un negocio extraterrestre
A la localidad de Carancas, ubicada en el altiplano peruano muy cerca de la frontera con Bolivia, la fama literalmente le cayó del cielo. El 15 de septiembre pasado, un meteorito se precipitó en un campo y dejó un cráter que primero concitó la atención de los pobladores y autoridades locales, luego de los investigadores y, tras ellos, de los traficantes de restos.