"El Quijote describe a un 'friki' de los vídeos"
Para Gonzalo Frasca (Montevideo, 1972), el videojuego del siglo XXI ha superado de largo las fronteras del entretenimiento. Así lo defendió en la tesis que le valió el título de doctor en videojuegos por la Universidad de Tecnologías de Información de Copenhague: "El juego es una herramienta para entender la realidad", resume Frasca, uno de los diseñadores de juegos de referencia en la actualidad.
Pregunta. Los videojuegos, ¿son algo muy serio?
Respuesta. No se les ha tomado en serio hasta que las cifras de ventas empezaron a ser verdaderamente impactantes. Con todo, aún faltan unos cinco o 10 años para que el video-juego sea un programa tan común en las universidades como el cine.
P. ¿Cómo ha evolucionado la relación con las consolas?
R. Si uno lee las dos primeras páginas de El Quijote, es como si leyera la descripción de un friki de los videojuegos: se le enfría la comida, vive a oscuras, no sale del cuarto, habla poco con la familia... Si se cambia "novelas de caballerías" por "videojuegos", el estereotipo es el mismo. La lectura es también una actividad sedentaria y solitaria, pero eso está cambiando, sobre todo con el entorno Wii [última oconsola de Nintendo].
P. Muchos padres creen que no son pedagógicas.
R. Sí, pero la escolástica tradicional, que tiene durante años al estudiante sentado ocho horas en una silla mirando hacia adelante... Los juegos son como laboratorios de experimentación político-social y sirven para descubrir el mundo, explorar sus límites y ver qué pasa. Es un poco contrario a la lógica del trabajo y el estudio normales y permite, no sólo equivocarse, sino también asumir riesgos y colaborar.
P. También critican la violencia de muchos juegos.
R. Si miramos un grabado de Caperucita con el Lobo, en casa de la abuelita, los dos en la cama, lo aceptamos como literatura aceptable... ¡y es un lobo travestido, pedófilo y con instintos caníbales! En los juegos más vendidos, los Sim, no hay violencia; en Wii, la mayoría son deportes. Disparar a un monstruo puede chocar, pero cuando éramos niños jugábamos a vaqueros contra indios y era un juego sobre un genocidio terrible. Por otro lado, hay muchos juegos que son para adultos: sería como dejar ver una película de Tarantino a un niño de ocho años.
Babelia
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