"Se debe trabajar para que la restauración no sea necesaria"

Caterina Bon Valsassina, directora del Instituto Central para la Restauración (ICR) de Roma, una de las entidades europeas más prestigiosas y activas en el campo de la restauración y la formación de restauradores, ha estado en Cataluña para impartir la conferencia inaugural del master en Gestión del Patrimonio Cultural en el Ámbito Local, que organiza la Universidad de Girona. El master, que dirige Eduard Carbonell, ex director del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) y principal artífice de su reapertura tras 18 años de reformas, se propone dotar a los profesionales del patrimonio cultural del bagaje conceptual y práctico necesario para gestionarlo. El cometido de Bon Valsassina ha sido explicar el modelo del instituto que dirige desde 2002, que reúne a personalidades de la talla de Gianluigi Colalucci y Giuseppe Basile, responsables de las célebres restauraciones de la Capilla Sixtina del Vaticano y la Basílica de San Francisco en Asís, respectivamente.

"La restauración requiere conocimientos científicos, artísticos e históricos"

"A pesar de todas las críticas, el modelo del ICR funciona desde hace 65 años. Desde la escuela hemos impulsado la profesionalización y la formación de técnicos con conocimientos no sólo artísticos, sino también científicos, en materias como química y biología. Antes los restauradores eran pintores y durante décadas restaurar significó rehacer en falso y a menudo rehacerlo según las exigencias del mercado. La restauración es un acto crítico que requiere conocimientos científicos, artísticos e históricos", afirmó la profesora durante un acto que reunió a muchas más personas de los 25 privilegiados que seguirán las clases regulares del master, cuyo objetivo es formar profesionales que combinen el conocimiento teórico con el práctico.

"El patrimonio requiere manutención. Las restauraciones espectaculares a menudo responden a motivaciones políticas. A veces se han incluido obras célebres en un programa sólo para que tuviera resonancia mediática. Debemos trabajar en la manutención regular y en las acciones preventivas para que la restauración no sea necesaria. Se está investigando mucho en las instalaciones, para crear microclimas y otras condiciones, enmarcadas en una estrategia de conservación anticipada", señaló Bon Valsassina. Por ello el ICR está trabajando para que el Parlamento italiano apruebe una ley que haga operativo un protocolo de gestión del patrimonio, testado en 12 museos italianos, que atañe no sólo a las obras, sino también a las propias estructuras arquitectónicas que las acogen.

"A partir de un cuestionario que por su flexibilidad puede ser aplicado en cualquier tipo de institución, establecimos una serie de parámetros de calidad, que indican las exigencias imprescindibles y las auspiciables, y las iniciativas que hay que emprender, desde las intervenciones estructurales hasta las pequeñas acciones de atención ordinaria. Creo que esto podría ser útil en Cataluña", indicó la profesora, quien añadió que considera positivo que las comunidades autónomas tengan una serie de competencias y prerrogativas en el campo de la conservación del patrimonio "En Italia hubo una propuesta de ley para que el Estado cediera parte de sus competencias, pero al final no sucedió", recordó.

"En Cataluña sería indispensable un organismo que unificara los criterios y las actuaciones en el ámbito de la conservación del patrimonio y su restauración", añadió Eduard Carbonell, quien antes de dirigir durante 11 años el MNAC fue, entre 1988 y 1996, director general de Patrimonio de la Generalitat, cargo desde el cual impulsó la Ley de Museos. Carbonell impartirá en este master dos asignatura centradas en los conceptos y las actuaciones inherentes al patrimonio cultural. Le acompañan en el claustro, entre otros, la docente de Economía Anna Arbusa y la catedrática de Educación Roser Juanola. Para reforzar las enseñanzas prácticas, también darán clases el funcionario de la Generalitat Jordi Mas, quien participó en la reforma de la Administración pública catalana, y Gabriel Alcalde, director del Instituto de Investigación del Patrimonio Cultural de Cataluña.