El juez deja libres a los nueve acusados de quemar fotos del Rey
Ultras e independentistas se enfrentan verbalmente cerca de la Audiencia
El juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska dejó ayer en libertad sin ningún tipo de medidas cautelares a los nueve independentistas que el pasado 22 de septiembre participaron en una quema de fotografías del Rey como acto de solidaridad con Jaume Roura y Enric Stern, los dos encapuchados detenidos por haber quemado en Girona una foto de los Reyes para protestar por la visita oficial que don Juan Carlos realizaba a la ciudad.
Tras la declaración de los nueve jóvenes en la Audiencia, el fiscal Luis Barroso no solicitó medida cautelar alguna, por lo que el juez Grande-Marlaska decidió dejarles en libertad y ha dado un plazo de 10 días al fiscal para que informe sobre si mantiene la acusación contra ellos o, por el contrario, la retira.
Fuentes de la Fiscalía afirmaron ayer que no se pronunciarán sobre el caso hasta que no declare un décimo independentista identificado por los Mossos d'Esquadra y que ha sido citado para el próximo lunes.
La puesta en libertad de los nueve independentistas era previsible, ya que hace días el juez Santiago Pedraz ya dejó en libertad sin medidas cautelares a Jaume Roura y Enric Stern, para los que la Fiscalía considera que su supuesta participación en un delito de injurias contra la Corona es mucho más importante, por haber quemado la foto del Monarca cuando éste se encontraba en el ejercicio de sus funciones con ocasión de una visita en un viaje oficial a Girona.
La Fiscalía solicita para Roura y Stern 15 meses de prisión para cada uno, lo que ha generado nuevos movimientos de solidaridad.
Por el momento, los nueve independentistas continúan en calidad de imputados. Siete de ellos reconocieron ante el juez haber participado en la quema de fotografías. Otro, admitió haber estado en la concentración en la que se quemaron los retratos, pero negó haber participado en la quema. Finalmente, el noveno reconoció que había leído el manifiesto, pero precisó que su finalidad no fue que se produjera nún tipo de incidentes.
Según informó su abogado, Sebastià Salellas, a la salida de la Audiencia Nacional, ocho de los independentistas están imputados por el acto de la quema de fotos en sí misma, mientras que el noveno lo ha sido por haber incitado a sus compañeros a esa acción, puesto que fue la persona que leyó el comunicado.
Manifestaciones enfrentadas
Durante la permanencia de los nueve independentistas catalanes en la Audiencia Nacional, se concentraron en los alrededores dos grupos de manifestantes, que mantuvieron enfrentamientos verbales entre ellos.
Por un lado, un grupo integrado por medio centenar de personas que portaban banderas independentistas catalanas y que inequívocamente habían venido como grupo de apoyo a los declarantes se congregaron en la puerta de la Audiencia, siendo desplazados por la policía antidisturbios hasta la plaza de Colón, justo debajo de las torres del Barclays Bank, donde permanecieron hasta que salieron sus compañeros.
También acudieron a la Audiencia otro grupo, formado por unos 40 ultraderechistas, que enarbolando banderas españolas, alguna de ella con el águila preconstitucional, y de Falange, increparon a los independentistas. La policía los desplazó igualmente hasta la plaza de Colón, pero en la otra acera, donde se encuentra el Museo de Cera.
Así que, separados por la calle Génova y la estatua la mujer del espejo de Fernando Botero, los ánimos se fueron enfriando.
Los independentistas, que llevaban algunos pasquines con el lema yo también quemo a la Monarquía se dedicaron a corear consignas del tipo de España huele a culo, queremos un pisito como el del principito o Ley de Extranjería para la Monarquía. Ocasionalmente eran increpados por alguno del otro sector, que cruzaba delante de ellos para abandonar su propia concentración, mientras ellos respondían con entusiasmo.
Por el lado ultra, también corearon lemas de España, España, esa bandera la vamos a quemar, rojo el que no bote y kale borroka, patada en la boca. Este grupo, además, dirigió invectivas contra el presidente del Gobierno, que concluyeron con gritos de Zapatero, muérete.
En todo caso, salvo los ocasionales rifirrafes verbales, no hubo enfrentamiento físico entre los integrantes de una y otra concentración.
Nueva quema
Casi a la misma hora en que el juez interrogaba a los nueve jóvenes que presuntamente quemaron fotografías del Rey en Girona, unos 300 estudiantes se concentraron en la Universidad Autónoma de Barcelona en un acto que culminó en la quema de otro retrato del Monarca. En esta ocasión, uno de los estudiantes, a cara descubierta, quemó una fotografía entre los aplausos y los gritos de apoyo de los asistentes.
Los concentrados estaban convocados por el Sindicato de Estudiantes de los Países Catalanes y durante el acto se lanzaron consignas como "los catalanes no tenemos rey". Dos jóvenes vestidos con un mono blanco y el rostro cubierto desplegaron desde el techo de un edificio de la universidad una gran pancarta en la que podía leerse "La UAB también quema la corona española".
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