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El BCE mantiene los tipos de interés y aleja la posibilidad de nuevas subidas este año

Trichet admite que las incertidumbres sobre la evolución de la economía europea aumentan

Alejandro Bolaños

El Banco Central Europeo (BCE) resolvió ayer mantener los tipos de interés en la zona euro en el 4%. El consejo de gobierno del BCE, reunido esta vez en Viena, repitió la decisión de septiembre, como habían previsto todos los expertos. Lo que cambiaron fueron las explicaciones de su presidente, Jean-Claude Trichet, que hizo más énfasis en las "incertidumbres" que se ciernen sobre el crecimiento de la economía europea hasta que no se calibre el impacto de la crisis internacional de liquidez. Los analistas coincidieron en interpretar estas palabras como una señal de que el BCE opta por no tocar más los tipos este año.

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El pequeño discurso con el que Trichet acompañó la decisión de la autoridad monetaria en la zona euro insistió de nuevo en que el BCE se mantiene alerta para "contrarrestar" los riesgos "al alza" sobre la estabilidad de precios. El presidente del Banco Central Europeo insistió en que el objetivo básico de la política monetaria europea es el control de la inflación. Y destacó que el precio del petróleo ha subido un 30% este año. O que también aumentan los precios de los alimentos y los costes laborales.

Pero pese a este detallado recordatorio sobre los riesgos de un repunte en la inflación, y el hecho real de que el IPC anual de la zona euro pasó del 1,8% al 2,1% en septiembre, el control sobre la evolución de los precios ha dejado de ser el único patrón de la autoridad monetaria, en opinión de los analistas. "La parte más significativa de la conferencia de prensa del BCE fue lo que Trichet no dijo", afirmó en una nota David Brown, economista jefe del banco estadounidense Bear Stearns. Lo que omitió Trichet, y apreciaron al instante los periodistas y expertos que siguen las decisiones del BCE, es su habitual referencia a que política monetaria está en una posición "acomodaticia".

Lenguaje enrevesado

Los iniciados en el enrevesado lenguaje que, a propósito, utiliza la autoridad monetaria, identifican el uso de la expresión "acomodaticia" como un indicador de que el BCE cree que las condiciones de crédito son demasiado holgadas y facilitan un calentamiento de la actividad y, a la postre, llevan a más inflación. La pregunta fue inmediata. Y la respuesta de Trichet, un trabalenguas más difícil aún: "Estemos en una posición acomodaticia o no, cuando hay riesgo sobre la estabilidad de precios, aunque no estemos en una posición acomodaticia en absoluto, podemos incrementar los tipos de interés".

"El péndulo de la política monetaria del BCE se está moviendo desde endurecer a suavizar los tipos, y su preocupación se aleja de los riesgos inflacionistas hacia la desaceleración del crecimiento a largo plazo", sintetizó el economista jefe de Bear Stearns. Una interpretación unánime entre los expertos que se basa en el tiempo que Trichet reservó en su discurso a las consecuencias de la crisis financiera originada por las hipotecas de alto riesgo estadounidenses.

Para comprobar que la crisis ha endurecido las condiciones de crédito sólo hay que reparar en la evolución del Euríbor (el tipo al que se prestan dinero los bancos), que sigue por encima del 4,75%. O en las sucesivas inyecciones de liquidez realizadas por los bancos centrales en los últimos meses (la Reserva Federal abrió ayer otra línea de crédito extraordinario a siete días por casi 20.000 millones de euros). Pero, además, Trichet mostró una preocupación inusitada por la marcha de la economía.

"En vista del impacto potencial en la economía real del aumento de la volatilidad en los mercados financieros, las incertidumbres sobre la actividad económica han aumentado", indicó el presidente del Banco Central Europeo. El crecimiento de la zona euro perdió intensidad en el segundo trimestre (se quedó en el 2,5%). Y tanto el BCE como Bruselas han revisado a la baja sus previsiones para 2007.

Trichet consideró necesario "recoger información adicional y examinar nuevos datos para extraer conclusiones sobre la política monetaria". Los analistas de Caja Madrid, Goldman Sachs o Standard & Poor's, consultados por Europa Press, prevén que no habrá nuevas subidas de tipos hasta, al menos, 2008. Según estas interpretaciones, el BCE habría optado por la prudencia hasta comprobar el efecto de las crisis en la economía europea. El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, abundó ayer en esta tesis y consideró que la subida de tipos y del Euríbor "ha tocado techo".

Trichet rechazó hacer comentarios sobre las peticiones de varios gobiernos europeos para que se bajen los tipos para desinflar el euro, que estos días bate récords en su cambio con el dólar.

Jean-Claude Trichet, en una conferencia de prensa.
Jean-Claude Trichet, en una conferencia de prensa.REUTERS

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