Liber debate sobre el pirateo y la digitalización de libros en Internet
El editor catalán Pere Vicens recibió ayer el premio de la feria que reconoce su trayectoria
Los editores latinoamericanos están seriamente preocupados por los índices de pirateo de libros. Junto con la reprografía ilegal, lo consideran una grave amenaza para la industria que, a pesar de las legislaciones punitivas existentes en la mayoría de los países del área, apenas se persigue. En el año 2005, el valor en el mercado de los libros publicados ilícitamente fue de 523 millones de dólares. Todos estos datos están recogidos en el estudio Estado de la piratería en Latinoamérica, realizado por Carlos Castillo por encargo del Centro Regional Para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (CERLALC), y presentado ayer en Barcelona en el marco de la feria Liber, que ayer rindió homenaje al editor Pere Vicens (director gerente de la editorial Vicens Vives desde su fundación, en 1961) por su trayectoria profesional.
El balance en cifras de lo que supone la piratería para el sector en Latinoamérica en 2005 arroja un resultado de 12.400 títulos pirateados, con un total de 12.265.000 ejemplares. En ningún sitio consta cuáles fueron las condiciones de edición de estos libros, aunque no cabe esperar que fueran publicados según criterios de sostenibilidad. Instaurar la conciencia ecológica en la política de publicaciones de las administraciones públicas para, desde ahí, hacerla extensiva a todo el sector editorial es el objetivo de las Recomendaciones técnicas para la ecoedición, un didáctico manual de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía presentado también ayer en el seno de la feria. El texto promovido por el Gobierno andaluz describe todas las etapas del proceso de producción, desde la evaluación previa hasta la elección de las materias primas y la distribución. De forma simultánea, ofrece pautas para reducir el impacto ambiental en cada una de estas fases. La intención es conseguir que editores públicos y privados sigan el ejemplo de escritores como José Saramago, Isabel Allende y J. K.Rowling, quienes reclaman que sus libros sean impresos en Papel Amigo de los Bosques.
Debate digital
Es muy probable que, una vez editado, el libro pase a formar parte de la biblioteca digital de Google. Las ventajas y amenazas que en este sentido ofrece el poderoso buscador han suscitado uno de los más encendidos debates organizados hasta ahora en Liber. En él participaron el miércoles la directora de la Biblioteca de Cataluña, Dolors Lamarca; Luís Collado, responsable de Google Book Search para España y Portugal; Antonio María Ávila, director ejecutivo de la Federación de Gremios de Editores de España, y Antoni Furió, director de Publicaciones de la Universidad de Valencia. El intercambio de opiniones evidenció el malestar de los editores ante el magno proyecto, que persigue la digitalización de 15 millones de libros. En esencia, quieren participar en el negocio que, calculan, hará Google con toda esta operación. "No me basta con que me des un escaparate para mis libros, quiero una comisión", resumió Ávila con pragmatismo. Sin duda, habrá debate para rato.
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