El Arriaga se suma con 'Orfeo' a la celebración de cuatro siglos de ópera
Tubéry dirigirá la obra de Monteverdi en un ciclo sobre el Barroco
Más de siete meses después de que se cumpliese el aniversario, el Teatro Arriaga se suma a las celebraciones de los cuatro siglos de ópera programando el Orfeo de Monteverdi para abrir la quinta edición del ciclo Bilbao Estación Barroca. La obra del compositor italiano, estrenada en el Palacio Ducal de Mantua el 24 de febrero de 1607, es el primer título operístico que ha sobrevivido hasta nuestros días
La obra será interpretada mañana en el coliseo municipal (20.00; de 13 a 45 euros) por el ensemble La Fenice y el Coro de Cámara de Namur, en versión semiescénica y bajo la dirección de Jean Tubéry.
Fundador de La Fenice en 1990 y profesor de corneta e interpretación en conservatorios de París y Bruselas, Tubéry considera muy oportuno abrir el ciclo con el drama de Monteverdi, que recrea el amor entre el semidios Orfeo, al que prestará voz el tenor Hans Jorg Mammel, y la ninfa Eurídice, encarnada por la soprano Emmanuelle Halimi. Opina que el compositor italiano es, con Purcell, "la proa del Barroco", y ve su legado imperecedero, ya que "soporta el paso del tiempo sin que le salga ni una sola arruga".
En el caso concreto de Orfeo, el director francés destaca su admiración porque ese mito "inmortal y atemporal", mantenga intacta su capacidad de emocionar.
Destaca que su partitura y su libreto suponen un amplio compendio de emociones que refleja el estilo floreciente y vitalista de la música italiana del siglo XVII, pero también la solemnidad de la corte del duque de Mantua.
Vivaldi, Haydn, Mozart
Aún así, Tubéry pone de relieve también su vigencia, al abordar cuestiones como el amor, la vida, la muerte y el mas allá. Su decisión de afrontar Orfeo en versión semiescénica obedece a que "no forma realmente parte de lo que se ha dado en llamar ópera".
Para él significa una acertada "concatenación de madrigales, recitativos y danzas", y la experiencia le dice que en versión escénica resulta fácil que el espectador se frustre, pues lo que ve sobre el escenario no está a la altura de la música. El director invita al público a que "vea en su imaginación, cerrando los ojos, lo que escucha".
Orfeo es sólo la primera propuesta de un ciclo que anuncia otra ópera y dos conciertos barrocos en el Arriaga. El 19 de octubre se podrá contemplar la ópera Moctezuma, de Vivaldi, en versión escénica y bajo la dirección de Alan Curtis. René Jacobs y la Orquesta Barroca de Friburgo interpretarán el 12 de noviembre sinfonías de Haydn y Mozart, y música del ballet Don Juan, de Glück. La despedida correrá a cargo del conjunto Les Arts Florissants, que el 16 de noviembre abordará un programa de música barroca francesa bajo la batuta de William Christie.
Con esa oferta, Begoña Salinas, directora de la Fundación Bilbao 700, impulsora de un proyecto que nació para "contribuir al enriquecimiento cultural de la villa", aspira a que el Arriaga se convierta en "un referente de la música barroca en el norte de la Península". En el futuro espera poder incrementar la oferta de un cartel ahora "corto en títulos".
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