La fotografía digital se extiende a nuevos mercados y aplicaciones
La industria fotográfica vive su mejor época gracias a las posibilidades de la tecnología digital .- El interiorismo, los fotoálbumes, las redes sociales y los cuadernos de bitácora aprovechan la sencillez de la nueva imagen
Si está pensando en cambiar la decoración de su casa, es posible que el interiorista le recomiende colocar una fotografía que ocupe una pared, o que la utilice como suelo del cuarto de los niños. Las opciones de la fotografía actual están cambiando los hábitos clásicos de esta disciplina, tanto para los profesionales de la imagen, fotógrafos y laboratorios, como para los aficionados recién llegados, más osados que nunca.
La fotografía digital ha cambiado muchas cosas. De entrada, todo el mundo es fotógrafo. Es más fácil que nunca hacer una fotografía -y que salga bien-. La cámara y su pantalla caben en el bolsillo, con lo que se ve el resultado de inmediato. A partir de ahí las fotografías se editan, se envían y se reciben en un instante al otro lado del mundo. El fenómeno de la fotografía digital y sus nuevos campos de influencia es lo que aborda estos días Sonimagfoto, la feria de la imagen que cada dos años se celebra en Barcelona.
Dos años son mucho tiempo para el fenómeno digital, y también para el fotográfico. La irrupción en este tiempo de los móviles con cámara está dañando las ventas de cámaras de pocos megapíxeles, pero por otra parte a la imagen digital se le abren nuevos campos, impensables en la era analógica.
La industria fotográfica estará viendo morir el revelado clásifo, pero emergen otros servicios, como los álbumes en Internet, y aplicaciones como los marcos de fotos con memoria o con lectores digitales incluidos, la decoración, el interiorismo y la misma proyección de las imágenes en la omnipresente pantalla plana. El aumento de calidad de las fotografías ha creado una nueva tendencia: ver las imágenes en alta resolución en una flamante televisión plana de última generación. Es como el pase de diapositivas clásico, pero ahora en la tele, con música y con unos efectos de fundido muy vistosos. Además al despedirse, se les puede regalar a los amigos un DVD/CD para su casa.
El mercado sigue creciendo, no tanto como en sus inicios, pero sigue una línea ascendente. Y todo gracias a la rápida evolución de las tecnologías y, sobre todo, al abaratamiento de los productos. El precio medio de una cámara digital compacta se ha reducido a la mitad en los últimos cinco años. Además, la calidad de las fotografías es muy superior gracias a todas las novedades que se van incorporando.
El número de megapíxeles crece de modo que parece no tener límite. Una cámara media de este año tiene siete millones de píxeles (megapíxeles o MP), la del anterior 6 MP, en 2001 era de 1 MP, coincidiendo con la última cifra del año. Pero a estas alturas ya las hay de 12 MP en compactas (más de 15 modelos, de momento) y de 22,1 en réflex de paso universal (Canon) o de 39 MP (Hasselblad) si el respaldo es de formato medio. Y siguen aumentando. Canon ha presentado un sensor CMOS de 50 MP. El prototipo ha sido construido en un tamaño de 19 x 28 milímetros; de momento está orientado al segmento de seguridad, el de las cámaras de vigilancia de alto rango de captura, para sitios como parques o zonas muy grandes que necesitan varias cámaras para poder cubrir todo el terreno.
Impresión igual a inyección
Uno de los apartados que más crecen en Sonimagfoto es el de la impresión, y no es por casualidad. Los avances en inyección de tinta también son espectaculares. Todo parece indicar que la impresión irá por este camino y no por los clásicos procesos fotográficos. Las máquinas, tanto las domésticas como las profesionaes y las de gran tamaño (plotter), con la tecnología de inyección no tienen competencia.
El famoso picolitro de los inyectores es cada vez más pequeño, más preciso, más numeroso, capaz hasta de variar el tamaño de la gota mientras imprime. Las tintas inalterables, los soportes de todo tipo y un previsible abaratamiento de las copias augura su supremacía. Decorar un muro, una pared, hasta un suelo inalterable con una impresión de este tipo es ya habitual en interiorismo.
La fotografía se ve de otra manera
El concepto de copia en papel clásica ha cambiado por completo. Ahora las fotografías digitales primero se ven en casa, -ordenador o TV-, se seleccionan, editan y se envían al laboratorio desde el propio ordenador. Las cámaras ya empiezan a incluir una nueva conexión, la HDMI, para poder conectarla directamente al televisor de pantalla plana de última generación y ver allí directamente las fotografías.
El laboratorio profesional, además de las clásicas copias en cualquier tamaño, está avanzado por nuevos caminos. Un ejemplo de crecimiento rápido son los libros personalizados de fotografía, los llamados fotoálbumes, impresos en offset y personalizados a través de la propia Red. O la entrega de un CD/DVD con las fotografías junto con cualquier encargo. Las tiendas pequeñas, que han sobrevivido al cambio digital, tienen nuevas opciones de ampliar servicios. Por ejemplo, ya pueden instalar quioscos de impresión directa con tamaños de papel que pueden alcanzar los 90 centímetros.
Otro de los campos que emergen con fuerza en el campo profesional es la impresión de imágenes en muy alta resolución, generadas a partir de programas tipo CAD, o 3D, con un realismo y una calidad que difícilmente alcanzaría una imagen real hecha con una cámara tradicional de formato grande. Lo virtual empieza a superar lo real. Tanto que a veces es imperceptible. Sólo hay que ver el uso que está haciendo la publicidad de estas opciones.
La lenta agonía del analógico
"Sólo el 15% del material que llega a un laboratorio profesional proviene de una emulsión clásica, mientras que el 85% del trabajo ya es digital", comenta el director de Sonimagfoto y de los laboratorios EGM, Enric Galve.
Esta es la novena edición del evento, que alterna cada dos años con la Fotokina alemana. Estan presentes casi 400 marcas en 170 stands. El 40% de las empresas es la primera vez que vienen. Y muchas son de electrónica de consumo cada vez más unida a la fotografía.
Conjuntamente al salón hay cursos, debates, conferencias, exposiciones y un curso para que cualquiera aprenda a hacerse un blog fotográfico en Internet.
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