Sin casco ni arnés en el tejado de la iglesia
Albañiles de una obra de rehabilitación que depende de la Comunidad trabajan sin protección
Desde las ocho de la mañana hasta las seis de la tarde estuvieron ayer trabando en el tejado, salvo el lapso de la comida. Reparaban la cubierta de la Capilla del Obispo del conjunto Monumental de San Andrés, junto a la plaza de la Paja (Centro). Pero ninguno de los cuatro obreros llevaba arnés puesto. Y no porque no lo tuvieran, porque lo tenían colgado junto a ellos, en una barandilla cercana. "Mira que se lo tienen dicho, pero no se lo ponen", decía un empleado de la obra a pie de calle al ser preguntado sobre el asunto. Tampoco dos de ellos llevaban el casco obligatorio, según comprobó EL PAÍS.
"El Ayuntamiento tiene que controlar las obras que autoriza", dice David Lucas, del PSOE
Una cuadrilla restaura desde hace dos años la Capilla del Obispo, en el centro de Madrid
En lo que va de año, 119 trabajadores han muerto en la región en accidente laboral. Buena parte de ellos por incumplimiento de las medidas de seguridad que les habrían salvado la vida. Las penas que contempla el Código Penal para los responsables de las empresas afectadas que no faciliten las medidas de seguridad van de seis meses a tres años de cárcel.
Los obreros que ayer estuvieron haciendo funambulismo sobre un tejado de la plaza de la Paja trabajan para la empresa C.A.B.B.S.A, que a su vez ha sido contratada por la Dirección General de Patrimonio de la Comunidad de Madrid para restaurar la Capilla del Obispo, la Sala Capitular y las dependencias del Conjunto Monumental de la iglesia de San Andrés. La jefa de obra, Natalia López, explicó ayer que las medidas de seguridad se cumplen "escrupulosamente" y que si los trabajadores no llevaban el arnés mientras estaban en el tejado es porque "debían de habérselo quitado para algo". Pero una vecina les había filmado a las ocho de la mañana de ayer. Y no llevaban ni casco ni arnés. La jefa de obra agregó que, "en cualquier caso, si no se cumplen las medidas de seguridad, se tomarán las medidas necesarias".
Para la Dirección General de Patrimonio, "no hay ninguna irregularidad en la seguridad". "Puede haber algún momento en el que los obreros tengan que quitarse el arnés", explicó una portavoz. "Pero hay un andamio que sobresale de la cubierta y si se quitan el arnés les sirve de protección. Además, hace unas semanas se hizo una inspección en la que no se detectó ningún fallo", añadió.
Pero los técnicos del sindicato CC OO dictaminan: "Sin duda, los trabajadores que están en el tejado deberían llevar el arnés sujeto a la línea de vida que tiene la obra, que para eso está instalada". Se refieren al cable de acero situado en la confluencia de las dos alas del tejado, en la parte más alta: ahí debían sujetarse los arneses. Pero los trabajadores pasaron buena parte de la jornada de ayer sin ponerse los arneses. En los momentos en los que se los colocaron, no los engancharon a la línea de vida. Los datos de la Inspección de Trabajo reflejan el incumplimiento de las normas en las obras de la región. En el primer trimestre de 2006, realizó 3.609 visitas. En dos de cada tres obras había problemas de seguridad. Los inspectores mandaron 1.283 requerimientos (en los que se insta a la empresa a que subsane los fallos), paralizaron 48 tajos por riesgo grave e inminente y detectaron 792 infracciones con propuestas de sanción.
La constructora insiste en este caso en que cuenta con un plan de medidas de protección aprobado por un coordinador de seguridad. En este caso, la Comunidad de Madrid. "En todos los planes de seguridad, cuando se refiere al trabajo en tejados, se obliga a ir atado con arnés", señaló ayer un técnico municipal de urbanismo.
"Las medidas de seguridad colectiva están garantizadas al 100%", explicaba uno de los responsables. "Ningún obrero se juega aquí la vida", añadía ante la mirada atenta de dos compañeros. Esas medidas son las vallas de protección de los andamios. Una de un metro y medio de alto y otra de medio metro. Luego, una fina red que cubre la estructura del andamio para que no caigan escombros, pero que no evitaría que un trabajador se precipitara al vacío.
"Les vemos a menudo trabajando sin los arneses. A veces se lo ponen y otras veces no", explicó una empleada de un colegio cercano a la obra. Otro vecino dio la misma versión, pero afirmó que muchas veces los obreros sí van atados a la línea de vida.
Los portavoces socialistas en la Asamblea y en el Ayuntamiento denunciaron ayer esta situación. "No se cumple la legislación. Y todavía es peor cuando es una obra pública", criticó Maru Menéndez, portavoz en la Asamblea. David Lucas, del grupo municipal, cree que el Ayuntamiento también es responsable. "El Ayuntamiento tiene que controlar las obras para las que concede licencia", explicó. "Y la Policía Municipal también tiene que realizar labores de prevención y sanción".
Desde septiembre de 2006, los agentes pueden actuar como policía judicial y tienen capacidad para elaborar atestados en los accidentes laborales así como realizar labores de prevención. El Ayuntamiento, sin embargo, negó ayer que tenga ninguna responsabilidad en el asunto.
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