O música enlatada...

Un vinilo de Elvis Presley mezclado en la cadena SER hace años y editado sólo para España es uno de los grandes atractivos de la Feria Internacional del Disco de Madrid, que se celebra hasta el 14 de octubre en la plaza de Santa María Soledad Torres Acosta. El álbum de El Rey se vende por 150 euros porque se trata de una pieza de coleccionista, una rareza difícil de encontrar, tal como se la llama entre los melómanos, según explica Stefan Sacido, coordinador de la feria. Esas grabaciones especiales, en formato CD, DVD y, sobre todo, en vinilo son las que atraen a decenas de aficionados que rebuscan durante horas entre cientos de álbumes.

La cita permite echar un vistazo a obras procedentes de toda Europa, ya que por ella pasarán unos 50 expositores procedentes de España, Francia, Holanda, Alemania, Inglaterra y Escocia, y también alguno de México. Junto a un doble DVD de Franz Ferdinand procedente de Taiwan, a 24 euros (con caracteres chinos incluidos), se puede encontrar el álbum Wonderful life de black y el Think visual, de The Kinks, a cinco euros cada uno. Otros, como el EP Exhausted and Winnebago, de Foo Fighters, requieren una inversión mayor: 30 euros.

El coordinador subraya que la feria, que vuelve a celebrarse tras un parón de tres años en el que no encontraba emplazamiento, no está destinada exclusivamente a coleccionistas y que se pueden encontrar buenas ofertas, como la de tres discos originales por 10 euros. Entre los numerosos discos expuestos destaca, junto al vinilo de Presley, otro de Madonna, titulado Verás (You'll see), y que fue editado en español y exclusivamente para el mercado español, aunque luego también se vendió en Latinoamérica. Oscila entre 100 y 120 euros. "El valor aumenta si está en un buen estado de conservación y si su numeración de serie es baja", señala Sacido. Otro disco difícil de localizar es el de Dire Straits que editó la empresa Philips para distribuirlo junto a los primeros reproductores de CD, y que se vende a 100 euros.

Y entre todos los formatos, el vinilo ocupa un lugar preferente. Sus devotos aseguran que prefieren su sonido e incluso su empaquetado. "Son más atractivos por el tamaño de las portadas, que muchas veces están diseñados por autores destacados, y también por los encartes que llevan, con las letras de las canciones y con ilustraciones especiales", considera Sacido. ¿Y el sonido del vinilo, qué tiene de especial? "Dicen que el CD da una fidelidad mejor pero los más antiguos que yo tengo, que son de 1989, se me han borrado y saltan. En cambio, los vinilos siguen sonando estupendamente. Creo que el CD es de usar y tirar, y el vinilo es de guardar y coleccionar". Algunos clientes, como Raquel, que se lleva dos EP de Luis Aguilé por siete euros, parecen darle la razón. "Esta música hay que oírla en el formato original. No tiene nada que ver si te la bajas de Internet. El sonido está a años luz. Éste es más auténtico, porque se oyen las imperfecciones", señala. Una opinión con la que coincide Asun, que se ha dejado casi 70 euros en dos vinilos de New Order y uno de Suede.

La música descargada en Internet ya ha devorado mucho terreno a los formatos tradicionales, pero Sacido insiste en que, a pesar de que mucha gente lo ignore, la mayoría de los grandes artistas actuales sigue editando también en vinilo. "Ahora son más pesados, de unos 200 gramos, y entre un vinilo y un CD hay una diferencia que sólo aprecian las máquinas, el oído humano no lo distingue. Mi opinión es que el CD es más para la música clásica, y el vinilo, para el rock".

La música también se mezcla con la memorabilia (objetos relacionados con grupos o artistas famosos). Junto al galardón Gold Award otorgado a los británicos Depeche Mode, que se vende por 600 euros, se exponen figuras a escala de los Rolling Stones (con Mick Jagger en pleno grito) y de los Ramones (a 24 euros el grupo).