La Diputación emprende reformas urgentes en el psiquiátrico de Lugo
El hospital San Rafael pasará en breve a depender del Sergas
"No se puede tener un hospital en estas condiciones". Así de concluyente se mostró la vicepresidenta que se encarga de temas sanitarios en la Diputación de Lugo, María Xosé Vega, al referirse al estado de las instalaciones del hospital psiquiátrico San Rafael que aún tutela la institución provincial en Castro Riberas de Lea. En el centro se están realizando tareas de mantenimiento a la espera de pasar a formar parte del Sergas.
Hasta ahora lo que se sabía de este centro era lo manifestado por esta diputada, quien ayer decidió mantener un encuentro con los medios para descubrir las miserias de una instalación construida en 1953. "Enseguida podréis comprobar lo que os comenté estos días", aseguró Vega a los medios que se trasladaron hasta Castro. Fue suficiente adentrarse un poco por uno de los pasillos para comprobar algo verdaderamente desolador: huecos de varios metros cuadrados de techos interiores caídos, pintura desconchada, aislamiento deficiente y acumulación de humedad forman parte de la decoración de una instalación que en breve pasará a formar parte de la red de hospitales del Servicio Galego de Saúde (Sergas).
Pero con todo, lo peor estaba, hasta hace poco, en el sistema de agua caliente sanitaria y su circuito de retorno, en el que nunca se había efectuado ningún programa de mantenimiento ni de limpieza, tal y como se determinó en un informe de Sanidade.
Precisamente la falta de higiene en esa instalación es lo que se apunta como posible causa de un episodio de legionella que sufrió el pasado mes de agosto, uno de los internos. En el mismo informe se hace constar que el circuito de agua caliente "nunca" fue objeto de desinfección de legionella, hasta que se produjo una intervención de una empresa especializada el pasado fin de semana.
Fue la propia empresa quien detectó que había problemas de cloración en el agua y que ésta no llegaba a la temperatura sanitariamente recomendada de 65º para evitar contaminaciones. "Sólo con limpiar y desatascar ya se alcanzó la temperatura adecuada, que, dado el grado de suciedad que tenía, antes no se lograba", indicó la diputada, quien no ocultó que ese deficiente funcionamiento "era una posible cauda de legionela".
Aunque no quiere ser revisionista, Vega tiene claro que las instalaciones del psiquiátrico acumulan, cuando menos, "20 años de negligencia y abandono". "No se puede tener a la gente de esta manera", añadió la vicepresidenta, quien también aseguró que el centro "no cumple los ratios del resto de la sanidad".
Ahora se realizan tareas de mantenimiento y controles periódicos. Además, la diputada viajó acompañada por responsables del servicio de obras para evaluar las reparaciones que se han de acometer de forma urgente, a la espera de que se produzca la transferencia al Sergas.
Con todo, Vega quiso dejar claro que la terapia psiquiátrica es la adecuada y exculpó a la dirección y personal del centro de cualquier responsabilidad, ya que, indicó, "trasladaron escritos a los políticos en el pasado, que somos los responsables últimos de la gestión, solicitando cambios y mejoras".
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