El presidente de la Vital afirma que hay que dar "pasos decididos" hacia la fusión

El presidente de la Caja Vital, Gregorio Rojo, afirmó ayer que ha llegado el momento de "dar pasos decididos" hacia la fusión de las cajas vascas. Rojo apostó por relanzar el proyecto en presencia de sus colegas de la BBK, Xabier de Irala, y de la Kutxa, Carlos Etxepare, pero sobre todo del lehendakari Juan José Ibarretxe, cuya propuesta de referéndum "exista o no ETA" ha generado incertidumbres políticas que frenan su lanzamiento. También ante los Príncipes de Asturias, que inauguraron la nueva sede corporativa de la Vital, Rojo abogó por una fusión en clave "empresarial y de construcción de país". Las tres entidades apuestan por presentar la caja única este mismo año.

El presidente de la Vital reclamó la puesta en marcha el reloj de la fusión aprovechando la concentración de cargos públicos e institucionales de todos los partidos que acudieron a la inauguración de su nueva sede corporativa, un edificio de avanzado diseño inspirado en la silueta en forma de H de un cromosoma. En presencia también de don Felipe y doña Letizia, Rojo vinculó la originalidad y potencial de edificio, levantado en la zona de Salburua, con la posición de la institución que preside ante el escenario de la fusión. "Estamos preparados para competir y estamos preparados para sumar. Estamos preparados para liderar el resultado de esa suma, no para hacer mero seguidismo. Estamos preparados para capitanear, no tanto para ser absorbidos como para absorber, no para que nos entusiasmen sino para entusiasmar" dijo.

Gregorio Rojo respondió de esa manera a los temores del Partido Popular, cuyo boicoteo ha impedido que el proyecto de la integración, acordado prácticamente desde 2005 por los presidentes de las tres entidades, no haya sido posible todavía.Rojo llegó a la presidencia hace siete años tras un pacto con el PP en la asamblea general de la caja alavesa. El PP ha sostenido en todo este proceso que no acepta una "absorción" de la Vital por, sobre todo, la BBK, mucho mayor en todos sus parámetros, y que dejaría a la caja alavesa difuminada totalmente en la nueva entidad.

"Tenemos un mensaje y un proyecto que proponer y un futuro que liderar", añadió Rojo, consciente de que los resultados de las elecciones municipales y forales de mayo, que han relegado al PP de las dos principales instituciones alavesas, facilitan el camino.

Sin embargo, el PSE aprecia todavía ciertas incertidumbres en el panorama político como para dar luz verde al proyecto. Se trata sobre todo del debate interno en el PNV aflorado con la renuncia de Josu Jon Imaz y de la intención del lehendakari, de lanzar una consulta popular soberanista "exista o no ETA".

"Construcción de país"

Si la pasada semana fue el presidente de la BBK, Xabier de Irala quien dijo que el carácter prioritario de la fusión "se agudiza", Rojo concretó que es necesaria de cara a garantizar el futuro empresarial de las entidades, su crecimiento y su compromiso social. Evitando emplear la palabra "fusión", Rojo señaló esos "pasos decididos" que reclama deben sustentarse "en un compromiso en clave empresarial, de construcción de país y en beneficio de nuestros clientes y de la sociedad a la que servimos". "Se abre ante nosotros un nuevo horizonte para dar un sentido global y contemporáneo a todo lo conseguido".

Las direcciones de las tres cajas tienen el proyecto de integración cerrado e incorpora un protocolo para que los órganos de dirección reflejen la pluralidad de las asambleas provinciales. La caja resultante mantendrá la identificación con los territorios de las entidades integradas a través del reparto de sedes y de territorializar la obra social.