John Strasberg y José Pedro Carrión despojan a Cyrano de tópicos
Desde que Edmond Rostand estrenara en París, en 1897, Cyrano de Bergerac, esta obra se convirtió en uno de los textos emblemáticos del teatro universal, no sólo porque la belleza y fuerza de sus poemas hayan subyugado a los espectadores, sino porque grandes actores han caído rendidos ante la obra.
Es el caso del director neoyorquino John Strasberg y el actor José Pedro Carrión. Desde hace años acariciaban la idea de abordar juntos esta aventura escénica. Y lo han hecho junto a los actores Lucía Quintana, Cristóbal Suárez y Ricardo Moya, entre otros. El espectáculo, en plena gira, se estrena hoy en el Teatro Español de Madrid, donde permanecerá hasta el 21 de octubre, para después viajar por otras ciudades españolas.
No es excepcional que se encuentre dirigiendo en España John Strasberg, hijo del mítico Lee Strasberg, fundador del Actor's Studio. Él nunca ha perdido el contacto con nuestro país desde que le llamara José Luis Gómez en los años setenta para colaborar con el Centro Dramático Nacional que dirigía con Núria Espert. También es normal que dirija a José Pedro Carrión. Ambos son hijos del método, como se llama a la fórmula aportada por el ruso Stanislavski para la enseñanza actoral. Strasberg lo mamó vía familiar y desde pequeño. Carrión, que a los 12 años decidió ser actor, en los pechos del inolvidable William Leyton, quien trajo el método a España.
"Llevábamos años soñando con esto y lo hemos puesto en pie con mucho amor", apunta Strasberg, mientras su Cyrano añade: "John es listo, sabe que el público conoce la función, pero de lo que los espectadores conocen sólo queda la nariz, hemos huido del tópico". El director concluye: "Nos hemos concentrado en el ser humano de carne y hueso que está al fondo de Cyrano, para mostrar su honestidad, integridad, su utopía, un ser enamorado".
Actores
Strasberg, que confiesa que lleva meses fijándose en las narices que ve por la calle, ha contado con la versión de John Sanderson. A partir de ahí toda la energía la ha puesto sobre los actores: "El montaje es de ellos; la belleza es que un actor haga una obra de arte en directo..., ése es el principio de la escuela realista a la que pertenezco", señala Strasberg, quien también fue actor y presume de conocer lo que tiene entre manos.
A la hora de escribir Cyrano de Bergerac, Rostand se basó en un personaje real del París del siglo XVII. De él tomó ese asunto de narices. Cyrano marcó las vidas de su autor y de su primer intérprete, el famoso actor francés Coquelin, para quien escribió Rostand esta pieza y quien la dirigió en el primer estreno español de la obra en 1899, con María Guerrero y su marido, Fernando Díaz de Mendoza. Los últimos Cyranos españoles han sido Manuel Dicenta, Josep Maria Flotats y Manuel Galiana. También han sido Cyranos los actores José Ferrer y Gérard Depardieu, en cine, y Plácido Domingo, en la ópera de Franco Alfano.
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