Terrorismo talibán
En Afganistán, los talibanes están perpetrando actualmente una media de casi 80 atentados al mes, si bien esta cifra es algo mayor en los meses cálidos del año para reducirse asimismo durante las estaciones más frías. A excepción de Irak, en ningún otro país del mundo son tan frecuentes los actos de terrorismo relacionado con Al Qaeda, aunque en el caso afgano se trate de una violencia practicada por miembros de un movimiento estrechamente asociado con la misma, cual es el caso de los talibanes. Al amparo mutuamente beneficioso del totalitarismo teocrático que éstos consiguieron establecer a mediados de los noventa encontró Osama Bin Laden santuario para sí y los suyos. Desde entonces, el emir del terrorismo global no ha abandonado el objetivo estratégico según el cual "el piadoso Califato empezará desde Afganistán". Hace no mucho tiempo que el segundo en la jerarquía de mando de Al Qaeda, Ayman al Zawahiri, se refería al mulá Omar como el líder espiritual de la yihad global en su conjunto.
La mayor parte de los atentados perpetrados por talibanes son simples y no múltiples
Además de tratarse de una actividad terrorista notablemente más intensa que en el pasado reciente, los talibanes la han extendido a gran parte del territorio afgano. Entre enero y junio de 2007, llevaron a cabo atentados en 26 de las 34 provincias en que se encuentra administrativamente dividido el país. Ahora bien, hasta un 67,2% de aquellos incidentes ocurrieron en sólo 7 de éstas, todas ellas provincias contiguas entre sí y ubicadas hacia el sur del país, a lo largo de la frontera con Pakistán. Más aún, las dos demarcaciones de Helmand y Kandahar fueron por sí solas escenario de hasta un 31,2% del total de los actos de terrorismo talibán durante el mencionado periodo de tiempo, distribuyéndose prácticamente por igual en una y otra. En suma, las provincias donde el terrorismo talibán es una realidad intensa están ubicadas en la zona correspondiente sobre todo al Mando Regional Sur de la ISAF, donde han acontecido este año un 42,5% de los atentados, y al Mando Regional Este, escenario en los seis primeros meses de 2007 del 40,7% de los actos de terrorismo talibán.
El contingente militar español, compuesto en la actualidad por 670 personas, se encuentra en su mayoría desplegado en dos provincias donde la actividad terrorista de los talibanes, sin alcanzar la frecuencia que tiene en otras demarcaciones de Afganistán, es sin lugar a dudas significativa y denota una tendencia progresiva al alza, en buena medida por el desplazamiento de militantes yihadistas desde el sur. En los seis primeros meses de 2007, el 4,5% del total de atentados perpetrados en ese país tuvieron lugar en Herat, donde unos 400 miembros de nuestras Fuerzas Armadas desempeñan su trabajo en la base de apoyo avanzado asentada en la principal localidad de dicha provincia, y en Badghis, en cuya localidad de Qala-i-Naw operan otros 187 soldados españoles. En conjunto, el 11,2% de los actos de terrorismo talibán ocurrieron, entre enero y junio de este año, en la zona del Mando Militar Oeste, donde coinciden soldados españoles, italianos, estadounidenses y lituanos. En Kabul hay también una fracción de nuestros militares y allí los indicadores de actividad terrorista no exceden a los de aquellas dos provincias pero, por hallarse la capital del país y dada su relativa cercanía a Pakistán, los riesgos y amenazas podrían considerarse algo más elevados.
Por cierto, ¿de qué riesgos y amenazas hablamos? ¿Cómo es el terrorismo talibán? Se trata de una violencia de inspiración yihadista que se manifiesta principalmente a través de la detonación de artefactos explosivos (46,2%) y, en menor medida, asaltos y enfrentamientos con armas de fuego (38,5%). Acontece sobre todo en carreteras o vías interlocales de desplazamiento (45,2%), aunque también en núcleos rurales (34,4%) y zonas urbanas (20,4%). La mayor parte de los atentados perpetrados por talibanes son simples y no múltiples. Mientras que en 2003 tan sólo se registró en Afganistán un atentado suicida y apenas hubo 5 en 2004, este número llegó a 25 en 2005 y superó algo los 100 en 2006. Pero, sólo en el primer semestre de 2007, el número de atentados suicidas en Afganistán fue ya de 75, lo que equivale al 15,9% del total de actos de terrorismo talibán ocurridos en el país y anticipa un incremento del 50% sobre el año anterior. Esta pauta es indicativa de una cierta iraquización del conflicto afgano y revela quizá la eventual implicación de yihadistas procedentes de otros países del mundo islámico.
Entre enero y junio de 2007, casi el 70% de los atentados talibán se dirigieron contra blancos militares o policiales, además de afectar en hasta un 12,6% otros blancos gubernamentales. Ahora bien, en el 66% de las ocasiones se trataba de blancos de nacionalidad afgana y en hasta un 12,5% de los casos de blancos relacionados con Naciones Unidas, mientras que apenas un 5,4% fueron estadounidenses o un 2,0%, respectivamente, canadienses y británicos. Durante esos seis primeros meses del año en curso, blancos españoles fueron afectados por el 0,4% de los atentados ocurridos en Afganistán. En conjunto, durante ese mismo periodo de tiempo, el terrorismo talibán ha ocasionado la muerte a casi 800 personas y heridas a más de 1.100 en dicho país. El 37,3% de las víctimas mortales tenían la condición de policía y un 26,7% eran militares, pero hasta el 36% eran civiles. Si aún cabe, lo verdaderamente llamativo es, sin embargo, que más del 80% de todas esas víctimas mortales ocasionadas por el terrorismo talibán en los seis primeros meses de este año eran afganos y, va de suyo, musulmanes. ¿O acaso creían ustedes que las cosas eran diferentes?
Fernando Reinares es director del Programa sobre Terrorismo Global en el Real Instituto Elcano y catedrático de Ciencia Política en la Universidad Rey Juan Carlos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.