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La excarcelación de los violadores

Palo y zanahoria en lugar de pulseras y listas

"Palo y zanahoria. Eso es lo que funciona". Así se expresa el ex fiscal José María Mena sobre las medidas a aplicar a los delincuentes peligrosos con riesgo de reincidencia. "Lo que la gente no entiende es que 300 años se queden en 20 y al final sean 16", dice.

Mena preside la comisión de expertos creada por la Generalitat y la fiscalía de Cataluña que elaborará propuestas para aplicar desde todos los ámbitos en casos como el del violador del Vall d'Hebron. Es la primera vez que se constituye en España una comisión como ésta y ha abierto el debate con amplitud de miras, desde el punto de vista jurídico, médico y social.

El abogado penalista Cristóbal Martell, otro de sus integrantes, recuerda que casos como del violador del Vall d'Hebron son infrecuentes, si se exceptúan los de terrorismo, porque aquél fue condenado con el Código Penal de 1973 y desde 1996 se aplica otro. Sin embargo, el ex fiscal Mena tiene claro que mientras se sigan excarcelando violadores o asesinos con alto riesgo de reincidencia se debe aplicar la doctrina Parot para que la estancia en la cárcel sea el máximo legal de 20 años.

También recalca que el Estado ni puede ni debe renunciar a la función resocializadora de estas personas. Otra cosa es suavizar el cumplimiento de la pena. En ese sentido va la política penitenciaria de la Generalitat, que obliga a los presos condenados por delitos graves a someterse a programas de tratamiento como condición para obtener permisos o la libertad condicional.

Es durante ese tiempo, según Mena, cuando deberían colocar las pulseras localizadoras para tener un seguimiento continuo. "Al salir en libertad no tiene sentido. La Administración no puede imponer penas distintas. Eso ya lo hace el Tribunal Constitucional". Otra alternativa que se proproponen es el internamiento psiquiátrico. Mena también la rechaza porque "los psiquiatras están para curar". "No podemos enviarles el problema que la justicia no ha solucionado", asegura.

Una tercera medida barajada es la publicación de las listas de violadores. "La afrenta pública no funciona porque el delincuente no actúa en el rellano de su escalera". Así las cosas, lo que Mena propone es "vigilancia policial no invasiva" al salir de prisión. O sea, que respetuosa con los derechos fundamentales.

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