Fracaso escolar: un problema social
Lo de la "cultura del esfuerzo" parece haberse puesto de moda (que hay que fomentar dicha cultura ya se lo he oído a políticos como Sarkozy o Esperanza Aguirre). Así, nos dice Federico Gómez Pardo desde Girona (Cartas al Director, 14-9-2007), que la principal causa de fracaso escolar no es otra que la falta de esfuerzo por parte de los alumnos. De acuerdo, a menos esfuerzo personal peores resultados, es algo obvio. Pero también lo es que son los hijos de las familias más desfavorecidas socialmente los que acusan mayor fracaso escolar; fracaso que disminuye a medida que ascendemos en la escala social. Dicho con otras palabras, la falta de esfuerzo que lleva aparejado el fracaso escolar está mediada socialmente.
En consecuencia, el señor Gómez yerra en el blanco cuando transforma el fracaso escolar en sólo un problema individual cuando lo es también social, lo cual es muy importante porque el considerarlo de uno u otro modo incidirá en el modo de afrontarlo. Por otra parte, el convertir problemas que tienen un origen social en problemas personales es una tendencia muy arraigada en nuestras sociedades globalizadas, en las que la dimensión social del Estado pierde cada vez más peso, como han visto muy bien sociólogos como Ulrich Beck o Zygmunt Bauman.
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