El Museo do Pobo reúne los primeros mapas de Galicia

Como encrucijada de la navegación, existe conciencia exterior de Galicia en las tablas de Ptolomeo y en las primeras cartas náuticas. Pero, como "unidad geográfica", en expresión del comisario Ramón Lorenzo, la primera representación del territorio en los atlas europeos es la del dominico ourensano Fray Hernando de Ojea. El mapa de Ojea (1602) y tres originales de la Carta Geométrica de Galicia (1834) de Domingo Fontán, primer mapa científico realizado en España, se exponen hasta mediados de octubre en el Museo do Pobo.

Cartografía Antiga de Galicia, organizada por la Asociación Galega de Cartografía e Sistemas de Información Xeográfica (Agaces), muestra siete mapas originales y 35 reproducciones procedentes de los fondos cartográficos del bibliófilo y escritor coruñés Carlos Martínez-Barbeito, 20 años después de su primera vista pública.

Entonces, en 1988, la muestra se hizo coincidir con el bicentenario de Domingo Fontán (Portas, 1788-Cuntis, 1866). Los restos del ilustrado gallego se trasladaron al Panteón de Galegos Ilustres, mientras los mapas de la colección de Martínez-Barbeito pasaron a admitir consultas en el Arquivo do Reino de Galicia. Ahora, el creador de Carta Geométrica de Galicia (1834), primer mapa científico realizado en España, es otra vez protagonista. La muestra del Museo do Pobo incluye tres hojas originales de las 12 que integran la célebre Carta.

"Fontán estaba convencido de que en Galicia era imposible resolver el gran problema de las comunicaciones sin la existencia de una cartografía fiable", resume Ramón Lorenzo, comisario de la exposición y presidente de la Asociación Nacional de Cartografía. El mapa que despejó el "brumoso rostro" de Galicia, en palabras de Otero, asombró tanto a la Xeración Nós como a los cartógrafos españoles del siglo XX, que se basaron en él para estandarizar las primeras escalas (de 1:50.000 a 1:200.000). Fontán tuvo que pasar por alto el origen militar de la cartografía y el atraso técnico (sólo el Atlas Marítimo de 1789, del gaditano Vicente Tofiño, introducía conceptos matemáticos) de las encuestas topográficas. Ni el trabajo de Ojea ni el Mapa del Reyno de Galicia dividido en siete provincias (1784), de Tomás López, entre las muestras que incluye el Museo do Pobo, trascendieron la encuesta topográfica.

Durante 17 años, Fontán midió el territorio de Galicia a caballo o a pie, acompañado a veces por Domingo Lareo y José Valladares, padre de Marcial, "pernoctando en chozas del monte, alejado de las alegrías de los pueblos", según el relato de época del científico pontevedrés. Antes, José Rodríguez había engrosado los conocimientos matemáticos de Fontán con las teorías más avanzadas de Kepler o Tycho Brahe.

La exposición del Museo do Pobo Galego sirve de prólogo a las IV Xornadas Técnicas da Infraestructura de Datos Espaciais de España (IDEE), del 15 al 19 de octubre en el Palacio de Congresos. Allí se hablará de la directiva europea Inspire, que promueve la creación de una infraestructura de datos espaciales y una política geográfica común, planteada como servicio público.

"Hace 15 años sólo había imágenes militares, y ahora el GPS te da coordenadas al instante", señala Lorenzo, en referencia a los usos universalizados por las nuevas tecnologías. La inminente creación del Instituto Cartográfico Galego, incluido en el Plano Estratéxico Galego da Sociedade da Información (Pegsi) a iniciativa de Agaces, es "más que oportuna", dice Lorenzo, que recurre al ejemplo catalán. "Allí la política geográfica va más allá", señala. "Se trata de que la política geográfica aproveche, desde el servicio público, los recursos de la sociedad de la información".