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Reportaje:APUNTES

Los valencianos no llegan

Los alumnos no han ganado en 6 años ni uno de los 100 premios del certamen español de jóvenes científicos, que clasifica para el europeo

Ningún valenciano llegó a la final europea del Certamen de Jóvenes Científicos organizado esta semana por la Universitat de València. Y ninguno llegará a la final del año que viene. Si la presencia española en el concurso impulsado por la Comisión Europea es pobre, el de la valenciana simplemente no existe. Para jugar la Champions League de los científicos adolescentes (de 15 a 20 años), primero hay que quedar bien clasificado en el certamen español. Y los valencianos no lo hacen. Ni por asomo. De los 153 trabajos presentados este año a la edición estatal, sólo había uno valenciano. Y no ha sido seleccionado entre los 40 mejores que competirán desde el domingo en Mollina (Málaga). Un vistazo a la historia no mejora las cosas.

Participar exige contar con unos recursos que los centros no tienen, señala un director

En las seis ediciones anteriores no ha habido vencedores valencianos. Y eso que el certamen no sólo distingue a los dos o tres mejores. En ese periodo se repartieron la friolera de 50 premios, 28 accésits y 38 estancias para los estudiantes en centros de investigación.

La presencia de los estudiantes valencianos ocupa las últimas posiciones del certamen español, que promueve el Instituto de la Juventud. "Algo sorprendente, por su desarrollo", señalan los organizadores. Canarias, Castilla y León, Galicia y unas emergentes Murcia y Extremadura se sitúan por delante, por no hablar de otras comunidades autónomas.

¿Por qué se produce esa ausencia? Jesús Jordá, director científico del Certamen de Jóvenes Investigadores español, afirma que la campaña divulgativa realizada en colegios y centros de secundaria es similar en toda España. Sí encuentra argumentos para comprender por qué un tercio de todos los trabajos presentados en el Estado son catalanes: "Como las competencias están transferidas, el sistema educativo catalán obliga a los chavales de Bachillerato a cursar una asignatura, Trabajo de Investigación, que exige un proyecto de investigación final". Profesores y estudiantes suelen presentar luego esos trabajos al certamen. Esta exigencia también la comparten algunos centros privados que imparten el llamado bachillerato internacional para el cual se precisa realizar un trabajo de investigación. Los madrileños ocupan la segunda posición en número de proyectos.

Jordá se manifiesta partidario de que los gobiernos autonómicos generalicen una asignatura como ésta, "una herramienta extraordinaria para el desarrollo intelectual y creativo de los estudiantes" y aclara que en lugares en los que no existe, presentarse depende más todavía de "la voluntad y el esfuerzo de estudiantes y profesores" que han de dedicar horas extra para la consecución del proyecto.

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María José Rausa, uno de los 15 miembros del jurado del certamen europeo, sostiene que en otros países europeos para obtener el diploma de Bachillerato los estudiantes deben presentar un proyecto de investigación, lo que promueve el interés por la ciencia y facilita la participación. Su compañera en la Universitat de València, María José Lorente, de la que dependen en gran parte las Olimpiadas, competiciones que miden el nivel de conocimientos de estudiantes de segundo de Bachillerato, destaca que en éstas la participación es elevada. Aunque puede pesar que sirven de preparación para la selectividad. Un certamen local, añade, podría estimular la llegada de estudiantes valencianos al estatal.

El único proyecto que lo alcanzó este año salió del colegio La Encarnación de Villena. El trabajo consistía en explicar los factores que influyen en el número de huevos que ponen las gallinas del centro. Durante un mes, los adolescentes aprovecharon los recreos para recoger datos. Después dedicaron las tardes a redactar el informe científico. "Son muchas horas extraescolares", resume su profesora Rosa Barceló.

Juan Villena, director del colegio de los Marianistas de Alboraia, otro de los poquísimos participantes de los últimos siete años, apunta que si los valencianos no participan más se debe a que presentarse, siendo "un colegio", supone dedicar recursos materiales y humanos que no se tienen.

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