Incitadores, explotadores y cómplices
La televisión municipal de Valencia presta soporte a un chat donde "tíos de 17" cambian sexo por dinero, y la concejal socialista Mercedes Caballero ha solicitado la inmediata retirada de este espacio que promueve y obtiene beneficio del comercio de los cuerpos: no buscan encuentros gratuitos entre iguales, y prostitución y libertad sexual no sólo no son sinónimos sino más bien todo lo contrario.
La denuncia ha provocado pintorescas reacciones tanto por parte de los directivos del canal como del propio edil portavoz, el popular Alfonso Grau. Alega este último que la programación oficial no empezará hasta el mes que viene, como si aún "en pruebas" estos mensajes que aparecen en pantalla no proporcionaran pingües ingresos. Y el primero explica que la publicidad es la principal fuente de financiación ya que no media subvención municipal, aunque no dice que este tipo de anuncios contraviene un pliego de condiciones donde se define con meridiana claridad lo que es un servicio público.
La peripecia, en principio de carácter local, abona la certeza de que, en lo concerniente a los asuntos de la prostitución y su publicidad, las cosas siguen sin estar claras para muchos. Por eso la campaña titulada algo así como "no seas cómplice" con la que se pide a los medios que no se presten más a intermediar en la compraventa de personas. Textualmente: "Solicitar a los medios de comunicación que, en el marco de sus códigos deontológicos, se planteen la renuncia a la publicidad relacionada con el comercio sexual para impedir el negocio de las organizaciones mafiosas". De momento, sus promotoras (Mujeres Progresistas) destacan que es curioso que sólo un periódico gratuito, de los que viven exclusivamente de los anuncios, haya aceptado rechazar este tipo de reclamos: es 20 Minutos.
La Comisión Mixta de los Derechos de la Mujer en el Congreso de los Diputados concluyó el pasado mes de mayo que la prostitución en España está directamente relacionada con la trata de mujeres y la explotación sexual. Fue la diputada socialista Lourdes Muñoz la encargada de presentar el informe basado en un estudio criminológico de la unidad técnica de la policía judicial de la Guardia Civil.
El colectivo Hetaria es contrario a mantener fuera de la ley el sexo por dinero, aunque el ejercicio de la prostitución no está penado. Y tanto la legislación catalana como un cierto movimiento reglamentista en el seno de CC OO parecen nadar entre estas dos procelosas aguas: ilegalidad o norma reguladora. Aún así, parece que las tesis abolicionistas van cobrando fuerza. Se apoyan en una contundente batería de argumentaciones, a su vez extraídas de la experiencia de otros países: la legalización convierte en aceptable la prostitución y estimula la demanda (las mujeres, objetos de diversión sin riesgos); aumenta el abuso infantil; el exceso de oferta hace caer los precios "por servicio" y obliga a las "profesionales" a transigir todavía más.
Convenimos que no hay prostitución elegida, que nada más se trata de una estrategia de supervivencia. Legitimarla sólo "ayuda" a las víctimas a seguir sometidas a una de las peores y más humillantes formas de violencia masculina. El burdel no protege: explota y esclaviza (ved lo que se destapa en las "redadas"). La prostituida trabaja sufriendo, sintiéndose forzada, llena de remordimientos, con mala imagen de sí misma.
En Pakistán los islamistas acaban de decapitar a dos mujeres considerando que ellas son las culpables del "pecado". En nuestras culturas, parece que el único modo de escapar de este sucio callejón va a ser una movilización al estilo sueco, que acabe instalando en el sentir colectivo que la prostitución es un fenómeno social no deseable. Y desde luego, facilitar a estas personas otra manera de vivir.
Mientras, por si sirve al menos para dedicar al asunto un pensamiento, recuerden que el domingo se celebra el Día contra la Explotación Sexual y la Trata de personas.
PD. In English. Propongo que si Educación para la Ciudadanía (¿británica?) se imparte en inglés como quiere beato Camps, la Religión (católica, of course) sea en arameo. Y viva el bilingüismo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
- Alfonso Grau
- Declaraciones prensa
- Opinión
- Valencia
- Televisión local
- Prostitución
- Explotación sexual
- Comunidad Valenciana
- Delitos sexuales
- Ayuntamientos
- Gente
- Televisión
- Internet
- Gobierno municipal
- Medios comunicación
- Administración local
- Delitos
- Política municipal
- Administración pública
- Comunicación
- Justicia
- España
- Problemas sociales
- Política
- Telecomunicaciones