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AENA busca el respaldo de la Generalitat y los empresarios para el reparto de la T-Sur

Las asignación de la nueva terminal del aeropuerto de El Prat entra en su recta final

Amanda Mars

Después de 10 meses de agitado debate, malentendidos y polémicas no siempre productivas, la asignación de la nueva Terminal Sur del aeropuerto de El Prat está a punto de resolverse. El presidente de AENA, Manuel Azuaga, que decide el reparto, inició ayer una ronda de contactos en Barcelona para buscar la complicidad del Gobierno catalán, del Ayuntamiento, de los empresarios y de los sindicatos. Su objetivo es evitar tormentas políticas por el reparto de la T-Sur, donde pugnan por ubicarse la mayor parte de aerolíneas, con Iberia y su rival Spanair a la cabeza.

La T-Sur, que entrará en funcionamiento en 2009, es una infraestructura mucho más moderna y mejor ubicada respecto a las pistas de aterrizaje y despegue del aeropuerto que la actual Terminal Norte, por lo que la mayor parte de compañías reclaman mudarse a la nueva T-Sur.

La demanda de la Generalitat y de los empresarios catalanes por influir en la decisión de su reparto se ha traducido en estas reuniones que Azuaga inició ayer con el consejero de Política Territorial y Obras Públicas (PTOP), Joaquim Nadal. Fuentes de este departamento se limitaron ayer a señalar que el encuentro había resultado "muy positivo", pero eludieron cualquier detalle sobre el contenido de la conversación, sobre la decisión de AENA o sobre las posibilidades que considera el ente gestor de aeropuertos para repartir el espacio. La decisión se hará pública en una o dos semanas.

Además de Azuaga, participa en esta gira por Barcelona el secretario general de transportes, Fernando Palau, y el director general de aeropuertos, Javier Marín. Tras reunirse con Nadal, la comitiva se encontró también con el secretario general de Comisiones Obreras de Cataluña, Joan Coscubiela. Hoy lo hará con su homólogo en UGT, Josep Maria Álvarez, y con el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu.

El presidente de AENA y los otros dos altos cargos del Ministerio de Fomento también almorzarán hoy en la Cámara de Comercio de Barcelona con los empresarios agrupados en el G-4. Se trata de un lobby o grupo de presión formado por la Cámara, el Círculo de Economía, la patronal Fomento y el RACC para revindicar mejores infraestructuras en Cataluña.

Este grupo ha tomado como gran caballo de batalla la descentralización de la gestión de los aeropuertos, una reivindicación que comparten con el Gobierno catalán y que se ha mezclado en la discusión sobre la Terminal Sur.

En general, la reivindicación de administraciones y políticos catalanes es que AENA sitúe en la nueva terminal a aquella alianza de aerolíneas que más apueste por desarrollar los vuelos intercontinentales directos, el gran déficit de un aeropuerto de El Prat, que, sin embargo, ha crecido a un ritmo de vértigo en vuelos nacionales e intercontinentales.

Ninguna de las tres alianzas, Oneworld (a la que pertenece Iberia), Star Alliance (la de Spanair) y SkyTeam (de Air Europa), propone una mejora sustancial inmediata de las conexiones de largo radio alegando que la clientela potencia de Barcelona no lo permite.

De izquierda a derecha, F. Palau, J. Rangel, M. Azuaga, J. Marín, M. Nadal, J. Nadal y Oriol Balaguer.
De izquierda a derecha, F. Palau, J. Rangel, M. Azuaga, J. Marín, M. Nadal, J. Nadal y Oriol Balaguer.TEJEDERAS

¿DOS ALIANZAS EN LA MISMA TERMINAL?

Una posibilidad que AENA ha considerado desde el principio es ubicar a las dos alianzas que más se han enfrentado por la T-Sur, Oneworld y Star Alliance, en la T-Sur. Es una solución salomónica para, en teoría, evitar que se reproduzca la batalla que Iberia y Spanair, la compañía presidida por Gonzalo Pascual, protagonizaron en su día en el reparto de la T-4 del aeropuerto de Barajas. Pero ya entonces fue rechazada. Además, la guerra entre ambas compañías se ha repetido en los últimos meses en el caso de Barcelona, aunque con otros matices. Espacio hay: la nueva teminal más que duplicará el espacio actual y la capacidad del aeropuerto pasará de 30 a 55 millones de pasajeros. Además, con la terminal satélite, en 2012, la capacidad aumentará a 70 millones. Pero algunos expertos sostienen que si la T-Sur se satura con dos alianzas impide la instalación de otras compañías que alimenten futuros vuelos intercontinentales.

IBERIA GANA ENTEROS PARA LA T-SUR

Iberia se las ha ingeniado para pasar de ser el malo de la película en Cataluña a un más que firme candidato para alojarse en la nueva terminal junto a sus aliadas de Oneworld y, quizá también, su participada de bajo coste Clickair. Su repliegue de los vuelos regulares desde Barcelona, sustituidos por los de Clickair, alegando que volar desde El Prat no le resultaba rentable, causó estupor en las administraciones catalanas, en un primer momento más inclinadas por favorecer en El Prat a Spanair y sus socias de Star Alliance, que sí prometían un fuerte impulso en Barcelona. El panorama hoy ha cambiado. La aerolínea de bandera ha sugerido ahora que estudia la viabilidad de nuevas rutas a Nueva York, México y Buenos Aires y construirá un hangar en Barcelona al que trasladará parte de las tareas de mantenimiento de aviones que actualmente realiza en Madrid.

Y LAS AEROLÍNEAS, EN VENTA

En pleno debate por el desarrollo de El Prat como un gran aeropuerto de vuelos intercontinentales, el Gobierno central decidió hace unos meses exigir a las aerolíneas que explicasen su plan a cinco años en Barcelona para decidir la asignación de la T-Sur. El objetivo: primar a aquellas aerolíneas que más rutas de largo radio previeran. Y las compañías aéreas contestaron un exhaustivo cuestionario de AENA sobre su plan estratégico y la previsión de pasajeros que transportarán hasta 2012. De momento, esos planes penden de un hilo, ya que tanto Iberia como Spanair se encuentran en proceso de venta y sus futuros propietarios tendrán que decidir qué hacen con la aerolínea.

Por su parte, Vueling, la aerolínea catalana de bajo coste participada por Apax y Planeta, también quiere ubicarse en la T-Sur y se ve con posibilidades al ser independiente y no tener que movilizar con ella a todo un grupo.

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Sobre la firma

Amanda Mars
Directora de CincoDías y subdirectora de información económica de El País. Ligada a El País desde 2006, empezó en la delegación de Barcelona y fue redactora y subjefa de la sección de Economía en Madrid, así como corresponsal en Nueva York y Washington (2015-2022). Antes, trabajó en La Gaceta de los Negocios y en la agencia Europa Press

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