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Rusia presiona por un nuevo acuerdo de armas convencionales

Pilar Bonet

Mientras se prepara para declarar su moratoria al Tratado de Armas Convencionales en Europa (CFE) el 12 de diciembre, Rusia espera aún que la OTAN responda a sus inquietudes y pueda alcanzarse un acuerdo que satisfaga las necesidades de seguridad de todos los Estados del continente.

Éste fue el mensaje transmitido por representantes oficiales rusos, que se reunieron ayer en la Duma (Cámara baja) para debatir el futuro del documento firmado en 1990 por una treintena de países miembros de la OTAN y el Pacto de Varsovia. El CFE fue adaptado en 1999 por haber quedado desfasado debido a la absorción en la Alianza Atlántica de Estados surgidos de la extinta URSS y de otros países antes integrados en el desaparecido Pacto de Varsovia. Rusia reclama nuevas adaptaciones.

El viceministro de Exteriores, Serguéi Kisliak, apreció la iniciativa de Frank-Walter Steinmeier, el ministro de Exteriores de Alemania, que ha convocado una reunión informal sobre el CFE el 1 y el 2 de octubre en Berlin.

La moratoria de Moscú es, según dijo, "una señal seria" a los occidentales de que "así no se puede seguir", afirmó el viceministro, y señaló que la OTAN utiliza su interpretación del CFE para realizar una "confortable ampliación", mientras Rusia se ve limitada por las obligaciones contraídas. Moscú quiere que los países del Báltico se sometan a restricciones, por considerarlos una zona imprevisible (desde el punto de vista de rápido despliegue de armamentos) en sus mismas fronteras. El Kremlin también quiere liberarse de limitaciones al desplazamiento de armas en su propio territorio y revisar el concepto de "flancos".

La versión adaptada del CFE fue ratificada por Rusia pero no por los Estados de la OTAN, que la hicieron depender de la retirada de las bases rusas de Georgia y del contingente militar ruso en Moldavia. Rusia distingue entre sus compromisos jurídicos con relación al CFE y sus pactos con Georgia y Moldavia, que asegura haber cumplido.

El presidente, Vladímir Putin, anunció en verano que Rusia suspenderá la validez del CFE en su territorio y la medida debe entrar en vigor el 12 de diciembre.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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