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La crisis inmobiliaria deja en el aire el 'pelotazo' de Soler en Mestalla

Ninguna promotora desea comprar la primera parcela en Aragón que sale a subasta

Nadia Tronchoni

La crisis del mercado inmobiliario ha echado por tierra las expectativas que el Valencia CF y especialmente su presidente, Juan Soler, había depositado en el pelotazo que proyectaba dar en la venta de los solares del actual Mestalla. La presentación de ofertas para hacerse con la primera parcela en la avenida de Aragón quedó ayer desierta, lo que no augura un buen futuro para la gestión económica en el club valencianista. La subasta de los terrenos de Mestalla, que debe financiar los gastos del nuevo campo, llega en el peor momento para el sector inmobiliario.

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Finalizado ayer a las 14.00 el plazo para la presentación de ofertas por la subasta de la primera parcela de las seis que conforman el actual coliseo valencianista, ninguna promotora había mostrado su interés por hacerse con estos terrenos de 18.400 metros cuadrados de edificabilidad, que tenían un precio de salida de 90 millones de euros. El club optó por abrir un nuevo plazo, que finalizará el próximo 30 de noviembre, para que se puedan efectuar nuevas ofertas de compra sobre dicha parcela.

Además, y a pesar de que los dirigentes del Valencia mantuvieron diversas negociaciones con promotoras nacionales e internacionales que pretendían rebajar el importe fijado, el precio de salida seguirá siendo de 90 millones, lo que supone 4.880 euros por metro cuadrado edificable. Demasiado dinero.

La noticia afecta directamente a la viabilidad del nuevo Mestalla, así como a las arcas del club valencianista, que tiene 132 millones de euros de deuda histórica, más 30 millones de déficit acumulado por año desde la llegada de Juan Soler a la presidencia de la entidad.

El mismo día en que se presentó el proceso de subasta de los terrenos que hoy ocupa el estadio de Mestalla, el presidente del club, Juan Soler, garantizó que el proyecto de venta de estos solares saldría adelante. Así, Soler se comprometió a quedarse, al menos, esa primera parcela por el precio de salida si no le salían compradores.

Fuentes cercanas al máximo accionista del club aseguran que el presidente dispone de solvencia económica suficiente. "En los últimos años ha funcionado muy bien en el mercado urbanístico", aseguran. Sin embargo, la opción que plantea el Valencia, la de abrir un nuevo plazo, indica que al empresario tampoco le apetece desembolsar en este preciso momento esos 90 millones por unos terrenos en los que no se podrá trabajar hasta, al menos y siendo muy optimistas, dentro de dos años -cuando ya esté construido el nuevo Mestalla-. La operación reúne demasiado riesgo en un momento tan delicado para las promotoras.

Así las cosas, la crisis del mercado inmobiliario afecta directamente al pelotazo urbanístico ideado para reflotar al club de Mestalla y financiar con coste cero un nuevo estadio (proyectado en unos 240 millones de euros) en la avenida de las Cortes Valencianas. Además, a esos 240 millones cabe sumar los 45 que hay que abonar al Ayuntamiento por el solar en Cortes Valencianas; los siete para la urbanización de la avenida de Aragón; y los seis que costará el polideportivo municipal que el club construirá junto al nuevo estadio, según acordó con la corporación municipal.

El Valencia CF aspiraba inicialmente a obtener unos ingresos próximos a los 324 millones de euros. Si la crisis termina perjudicando realmente a la venta del antiguo Mestalla, la financiación del futuro estadio podría pender de un hilo a no ser que sea Soler el que asuma la compra de las otras cuatro parcelas restantes -ya que al Ayuntamiento de Valencia le corresponde un 18 por ciento de la edificabilidad total, es decir, aproximadamente una de las parcelas situadas junto al nuevo Ayuntamiento -. Seguramente Soler no tiene para tanto.

UNA SUBASTA FRUSTRADA

- El Valencia CF pretendía recaudar 90 millones de euros por la venta de una parcela de 2.400 metros.

- La edificabilidad prevista en la parcela a subasta está fijada en 18.000 metros cuadrados.

- La repercusión mínima del precio del solar sería de 5.000 euros por metro cuadrado construido.

- El comprador del solar tendría que esperar, al menos, dos años para poder actuar sobre el suelo.

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Sobre la firma

Nadia Tronchoni
Redactora jefa de la sección de Deportes y experta en motociclismo. Ha estado en cinco Rally Dakar y le apasionan el fútbol y la política. Se inició en la radio y empezó a escribir en el diario La Razón. Es Licenciada en Periodismo por la Universidad de Valencia, Máster en Fútbol en la UV y Executive Master en Marketing Digital por el IEBS.

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