Cataluña es la comunidad que más empleo estable ha creado gracias a la reforma laboral
Entre junio de 2006 y junio de 2007 los contratos fijos crecieron el 35%
Los empresarios catalanes son, junto con los de Madrid, los que más provecho ha sacado de la reforma laboral que impulsó el Gobierno central con incentivos fiscales para fomentar la contratación indefinida. Entre julio de 2006 y junio de 2007, primer año de vigencia de esta reforma, Cataluña registró 510.573 contratos indefinidos, el 35% más que durante los 12 meses anteriores. Este empujón ha permitido recortar dos puntos la tasa de temporalidad del mercado laboral catalán, que se sitúa en el 24%, siete puntos por debajo de la media española y sólo mejorada por La Rioja.
"El objetivo de la legislatura es recortar cinco puntos la tasa de temporalidad en Cataluña y estas cifras permiten mantener esta previsión", destacó ayer Joan Josep Berbel, director del Servicio de Ocupación de Cataluña (SOC), al presentar el balance de la reforma laboral.
Esta reforma, que entró en vigor el 1 de julio de 2006, ofrecía jugosas bonificaciones fiscales a los empresarios que pasasen de temporales a fijos a sus trabajadores antes de acabar el año, y también incentiva la contratación indefinida en origen. Los efectos se han dejado ver en el conjunto de España, pero la cosecha en Cataluña ha sido especialmente provechosa: la comunidad acumula el mayor número de contratos indefinidos registrado en el conjunto de España, más de medio millón, el 21,47% del total. Madrid le pisa los talones con 504.040 contratos fijos (el 21,19%) del total.
Menos temporalidad
Las cifras indican que 20 de cada 100 contratos firmados en Cataluña entre julio de 2006 y junio de 2007 fueron de carácter indefinido, mientras que en el periodo anterior sólo eran fijos 15 de cada 100 contratos firmados.
Del más de medio millón de contratos indefinidos en Cataluña, 223.072 corresponden a trabajadores que han pasado de eventuales a fijos, el 30,5% más que en el mismo periodo del año anterior.
Esta conversión ha beneficiado tanto a hombres como a mujeres, que se reparten el 65% y el 44% de estos nuevos empleos fijos, respectivamente. Son los trabajadores entre 30 y 44 años los que copan el 41% de las conversiones a empleo fijo, y dedicados al sector servicios en el 68,19% de los casos.
Tanto Berbel como el director general de Relaciones Laborales, Salvador Álvarez, celebraron que las empresas más pequeñas (de entre 1 y 25 trabajadores) son las que han convertido a fijos más de la mitad de los contratos temporales desde julio de 2006 hasta junio de 2007.
No obstante, una sombra aparece en las perspectivas a medio y largo plazo para el mercado laboral catalán y es que las bondades de la reforma laboral, con todos sus incentivos económicos para el empleo estable, tienen fecha de caducidad después de este año. Y esta circunstancia puede enfriar este nuevo gran compromiso que los empresarios catalanes parecen haber asumido contra la precariedad.
"Es verdad que los efectos de la reforma tienen una duración limitada, pero el Gobierno catalán también poner en marcha sus propias medidas para combatir la temporalidad, con políticas de formación y capacitación profesionales", entre otras, señaló Berbel.
Tras la reforma
Salvador Álvarez apeló a la conveniencia del empleo estable, sin necesidad de zanahorias económicas. "Con el empleo estable mejora la productividad y se reduce la siniestralidad laboral. El 25% de los accidentes de trabajo los sufren empleados con una antigüedad inferior a tres meses", señaló el director de Relaciones Laborales.
Además, hay otros proyectos sobre la mesa. El pasado 26 de agosto entró en vigor la nueva ley de subcontratación en la construcción, el sector peor parado en temporalidad, que exige que el 30% de los empleados de las empresas sean fijos. La norma se aplicará de forma progresiva en dos años, con lo que la exigencia de este ejercicio se limita al 10% del empleo público.
Los trabajadores de la construcción y la hostelería son los más castigados por la precariedad. Los inmigrantes son los que se llevan la peor parte: el 50% tiene empleos eventuales.
Pero las previsiones económicas son buenas y el Gobierno catalán confía en seguir reduciendo paro y temporalidad. Joan Josep Berbel recordó ayer que en los últimos tres años se han creado alrededor de 500.000 nuevos puestos de trabajo y se han incorporado unas 300.000 nuevas personas al mercado laboral, de las que 200.000 son mujeres.
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