Rescatados dos cadáveres del 'Nuevo Pepita'

Manuel Alba recibió ayer sepultura en Barbate (Cádiz). Su compañero Andrés Lucio lo hará este mediodía. Son los dos marineros hallados en el interior del Nuevo Pepita Aurora, el pesquero naufragado el 5 de septiembre. Desde la madrugada de ayer y hasta anoche, los equipos de salvamento realizaron cuatro inmersiones para registrar el interior del cerquero. Los buzos han inspeccionado cada rincón del barco en busca del resto de desaparecidos -tres pescadores más-, aunque sin éxito.

"Cuando entró la andanada de mar nos tiró a los dos para atrás", dijo un superviviente

La noche había sido larga para todos desde que se supo de la primera inmersión para rescatar el primero de los cuerpos. Los buzos de Salvamento Marítimo y de la Guardia Civil, que habían estudiado la operación con la ayuda de una maqueta del Nuevo Pepita Aurora, prepararon el descenso de la una de la madrugada a conciencia. Sabían donde estaba el cuerpo. Un robot había tomado imágenes de él días antes en el baño de cubierta. Sólo media hora más tarde se confirmaba la noticia en el puerto deportivo. El cadáver había sido encontrado y una embarcación Salvamar lo llevaba al muelle.

Allí le esperaba la Policía Judicial, encargada por el juez del levantamiento del cuerpo, y un hospital de campaña del servicio de emergencias 112. Tardó en llegar una hora. A las 2.30 fue introducido en la carpa inflable, donde el patrón de la embarcación, José Vega, reconoció rápidamente a su compañero. Desde hacía días se pensaba, por su situación, que el cuerpo correspondía a Manuel Alba, de 51 años y con dos hijos. El alcalde de la localidad, Rafael Quirós, fue el encargado de comunicarle a su viuda, Dolores, la noticia. La familia abandonó la Casa del Mar, donde aguardaban novedades todos los parientes de los tripulantes, y pudo enterrarle ayer por la tarde tras un íntimo funeral en la iglesia de San José, en el barrio donde residía.

La espera tuvo una segunda entrega a las 7.00, cuando se confirmó también en el puerto deportivo la llegada de un segundo cuerpo tras una nueva inmersión de los buzos. Casi dos horas más tarde arribaba a puerto otra embarcación Salvamar con un cadáver que también fue introducido en el hospital de campaña del 112. El patrón de la embarcación también lo reconoció visualmente y confirmó que se trataba de Andrés Lucio, de 50 años y con cinco hijos. Su cuerpo, según revelaron los efectivos de salvamento, había sido localizado en la cocina de barco.

Los hallazgos fueron ratificando paso por paso el relato del naufragio elaborado por uno de los supervivientes, José Crespo, quien acudió ayer por la mañana al muelle para observar el rescate de sus compañeros. Él corroboró una por una todas las identidades. "El que apareció en el baño era Manuel Alba. Ése que está ahí (por el segundo cadáver que acababa de llegar al hospital de campaña) es Andrés Lucio", aseguró.

Después vaticinó el siguiente rescate. "Yo estaba en la proa con Manuel Vuela. Me acuerdo que cuando entró la andanada de mar nos tiró a los dos para atrás en el barco". José Crespo, según su testimonio, quedó bajo el barco en una burbuja de aire pero, aunque no sabía nadar, logró salir y ser rescatado por otro pesquero. A su compañero no lo volvió a ver.

Según reconoció el alcalde, el testimonio de los supervivientes fue determinante para dirigir el rastreo. "El primer hallazgo fue a tiro hecho porque sabíamos que había un cuerpo en el cuarto de baño". También hubo decepciones. "Pensábamos que en las zonas comunes, como el comedor, podía haber alguien pero no fue así. Al segundo lo encontraron en la cocina".

Las siguientes inmersiones se centraron en los camarotes y dependencias inferiores del barco, donde se creía que podía haber un tercer cuerpo. Los colchones y sábanas, junto a las maletas y enseres de la tripulación, dificultaron la labor de los buzos. La retirada de estos obstáculos provocó que el fondo marino se enturbiara e impidió las labores de búsqueda en la última inmersión a las 20.15.