Duelo en la Casa del Mar

En la Casa del Mar, lugar de congregación de los familiares de los desaparecidos, las noticias fueron llegando con cuentagotas. A medida que se iban confirmando las identidades, comenzaron los abandonos. La primera familia en marcharse fue la de Manuel Alba, que decidió apresurar el funeral y el entierro para acabar cuanto antes con la angustia de las dos últimas semanas. La segunda fue la de Andrés Lucio, que recibirá sepultura este mediodía en Barbate.

El Ayuntamiento preparó para los parientes un autobús para que se pudieran marchar juntos al tanatorio de Cádiz. El resto de familias tenía que seguir aguardando. Los psicólogos reforzaron su trabajo para tratar de consolar a los allegados, que veían cómo algunos de sus compañeros de espera ponían fin a su incertidumbre.

"Es duro porque sabes que unos han aparecido y otros no. Los familiares que se han ido nos han dicho que están con nosotros, que nos apoyan y que nos dan muchos ánimos. Nos alegramos por ellos y seguimos manteniendo la esperanza de que los nuestros puedan ser encontrados", explicó Sergio Lebrón, cuñado de Francisco Cla, uno de los marineros que ayer seguía desaparecido. "Hoy estamos casi como el primer día. Incluso hasta peor, porque es ver si tu familiar viene o no viene", añadió uno de los hermanos de Manuel Vuela.

Los efectivos de Salvamento Marítimo y de la Guardia Civil se han comprometido a rastrear "hasta el último milímetro" del pecio, según detalló el alcalde. Hasta que se garantice por completo que no queda ningún cuerpo dentro. El dispositivo se mantendrá hasta concluir esta tarea. Este mediodía será enterrado Andrés Lucio. En la Casa del Mar los familiares seguirán aguardando noticias.

Responsables del operativo de rescate explicaron que no existe intención inicial de reflotar el pesquero, salvo que sea estrictamente necesario para la búsqueda de algún cuerpo. El Nuevo Pepita Aurora no regresará a puerto.